ALGA Revista de Literatura
nº77 - primavera 2017




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
      California VIII
      de Sabrina Guitart

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    EDUARDO MARGARETTO

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA. Ver: www.castelldefels.org/alga/

    Cometo poesía

    el cadáver blanquecino se ha hecho pedazos entre los andenes
    de una estación de aravaca. Pedro Casariego se ha tirado a las vías
    sin mirar atrás porque la vida a veces puede ser una lata

    con la sangre envenenada del marfil de la serpiente blanca
    Eduardo Haro espera otro trifásico de magno en un bar de Malasaña
    ya sabe que ha de morir la Reina de las Chutas aunque sea buena

    no le importó a Alfonsina el tamaño de las olas de su mar
    ni las anfetaminas que abrían sus ojos al delirio y la razón
    ni el otoño que te llena de miedo cuando caen las hojas

    y si el telón se cierra para siempre
    el espectáculo no significa nada
    ¿adónde van las palabras cuando deciden matarse?
    la noche solo necesita una habitación vacía
    un océano verde y una actriz de segunda fila
    los poetas son tipos muy extraños

    y no me digas que nunca oíste hablar de Leopoldo María en un callejón
    de Madrid. Del Panero que cerraba siempre la vía láctea y abría los
    psiquiátricos sabiendo que tras esa puerta perdería la cordura

    o de Alfonso Costafreda, de su enorme terror, íntimo y silencioso
    de la sobredosis de pastillas que aplastó el poema que nunca
    podría componer las palabras secretas que uno quisiera decir

    o del hombre de la luna que mitiga el infierno eterno de Silvia
    las vocales que no pueden sonreír aunque brillen las estrellas
    ¿temes acaso meter la cabeza en un horno y encender el gas?

    cuando tienes frío y estás perdido
    evaporado en el polvo de un caballo blanco
    en uno de los muchos agujeros de la noche
    con una necesidad tremenda de ternura
    cuando desde el quinto piso buscas
    la serenidad que ha perdido una generación

    en lo más oscuro del día

    cometes de nuevo
    poesía

    y una noche….

    y una noche te das cuenta que el columpio de tu infancia se ha roto por un lado. Ya
    no habrán más fiestas entre amigos ni mitos que ahuyenten el terror ni días hermosos
    por vivir ni fantasías que oculten el mismo dolor que ya has sentido tantas veces

    y una noche a solas por la calle entiendes que ya no eres el mismo que te has rendido
    a un mundo que se ha tragado el patio del colegio que la vida hay que vivirla
    a cara de perro que tu padre se ha hecho mayor y nunca volverá a cogerte de la mano

    y una noche vuelves a pensar en tu casa y descubres que las paredes están sucias
    que se ha quemado el sofrito en la cocina como los cuentos que tu madre se inventaba
    para que pudieses dormir que ahora el insomnio es ya parte de ti

    y una noche en un libro o en un bar entiendes que quizás debía ser así
    regalos que ya no recuerdas tu padre que ha muerto sin hablarte
    aceptar ese sabor amargo la soledad que vive ahora tu madre

    y esa noche
    volver a descubrir
    que Chio está contigo



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