EL OTRO
Le conozco muy bien, sé lo que piensa
-por más que la certeza suene a pedantería-
ama cuanto yo amo y a menudo acostumbra
a confundir rutina y existencia;
como yo justifica el razonable precio
por encima del cual se vendería,
como yo gesticula, como yo decepciona;
si aparezco vencido él no oculta sus síntomas
de claro agotamiento, y he de anotar
con cuánta diligencia
acude a mi llamada silenciosa.
Hablaría del amigo perfecto para el viaje.
Lo impide su manía de guardar la distancia.
Siempre está al otro lado del espejo.
Del libro Población activa (1994)
RECUERDO DE MI PADRE
Mi padre ponderaba la eficacia
como un tesoro extraño y valiosísimo
escondido en el vientre de la tierra.
Solía levantarse muy temprano,
con el tic- tac grabado en la memoria,
y dilataba oscuro una jornada
que concluía laso y taciturno.
Era su empeño inmune al frío o la canícula.
Por él estuve interno tantos años
con la sola misión de hacerme un hombre.
(Entendamos, un hombre de provecho,
un atinado buscador de logros).
Mas el esfuerzo no valió la pena.
Él no tiene conciencia del fracaso.
Descubrió en la derrota
una patria feliz, compensatoria.
Del libro Causas y efectos (1997)
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PERSONAJE LITERARIO
Soy crédulo y paciente
aunque mis días recorren
una topografía de sucesos mágicos.
Otros criticarán mi mansedumbre.
La voluntad merece
un exiguo salario,
una pequeña nota a pie de página
en clave de novela policial.
Tengo fe en quien me escribe:
en las renglones últimos
resolverá el misterio,
ahuyentará las nieblas y el cansancio
y hará las oportunas correcciones
para que en la partida prevalezca
la propia identidad.
Es el orden común de la supervivencia.
Salvo magulladuras, sigo intacto.
Del libro Un país lejano (1998)
SEÑAS DE IDENTIDAD
Nacen cuando la noche. Son los ruidos
misteriosos de todas las ausencias
que nos hablan en críptico lenguaje
del pasado. Mortifican sus voces
porque orean sucesos sin sentido.
Tienen las manos frías, no acarician,
entreabren dormidas cicatrices.
Cumplen citas en horarios absurdos
a los que acuden ecos semejantes
que procuro ignorar sin resultado.
Desde la sombra, ruido contra ruido,
envidian mi fortuna, justifican
el deseo de abolir mis riquezas.
Si es preciso, viajaré a su guarida
para explicar que no guardé ni sueños,
que carezco de méritos sobrados,
que vivo con lo justo, que no tengo
plazos pendientes, deudas que saldar.
Del libro Largo recorrido (2001)
[De la Antología Mapa de Ruta (1990-2009)]
Granada (2010)
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