POEMA DIALÓGICO: El gran espectáculo del mar I
Fosforescente se ve
la espuma de las olas
bajo la luz de los trasatlánticos
anclados mar adentro en espera
Las estrellas se suicidan en silencio
allá en el cielo
tirándose al líquido firmamento grisáceo
mientras el mar chupa la orilla
con la misma bulimia
que tú el tercer brownie seguido
En ese lugar el perro de nube de azúcar
está tragando una estrella viva
y la sirena se cae
al tropezar con sus vestidos
en una muestra de protesta
Transeúnte, si pasas por allí
pregunta a las caracolas
ellas lo ven todo
Fúnebre o no,
yo quiero dormir
con lecho el sonido de las olas
y con almohada acuática
|
CUANDO SE ACABA EL VERANO
Saco la ropa de invierno del armario
en su lugar mi ropa estival
escondo en los estantes bien profundos
Mi pulgar se roza contra una astilla de madera
empieza a sangrar, se perturba, pero no importa
nuestras noches estrelladas recuerdo
y desaparece el dolor,
la borrachera despiadada con los amigos de siempre
nuestros baños nocturnos
La hija que ha crecido, única,
en toda la pandilla
Aura caliente de la playa infinita de arena
la noche cálida que mezcla el pelo
allí donde tu amor lo albergó la brisa
Del verano otra vez se alimentará la
escarcha, la tormenta, la
tempestad,
la soledad de una noche
El dolor fue aliviado por la dulzura del recuerdo
que abraza el presente y lo consagra
Incluso cuando la madre se hace mayor, envejece y se pierde, déjala,
que reparta sus anillos
por el camino donde nos buscó la luna plenamente llena
Las rocas que nos regaló
la costa en su pasar recuerdo
como madre que reparte anillos
como hija que talla su belleza,
como noche que sus estrellas antepone
para competir en cantidad y brillo
con los besos, las caricias aéreas, en las noches inquietas
Guardo mi ropa ligera, la despreocupada
y sello el armario
Llevo mi estío de coraza
así la ruta trazo hacia el oeste
|