ALGA Revista de Literatura
nº93-94 - Año 2025




Dirección:
  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Enric Velo
  • Lucía León
  • Goya Gutiérrez

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    Foto tomada en Lijiang, China que forma parte del
    espectáculo Impression de Zhang Yimou

    Por Craig Martin Getz


    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    GERARDO GUAZA

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA. Ver: http://www.poesiaalga.org/

    EL ZURCIDO

    Hallé una camiseta en el armario,
    estaba en un cajón
    cubierta por el tiempo.
    Se escondía en el fondo
    con esa timidez que dan los años,
    con ese pudor lacio del olvido…
    Cuando pasé mis manos
    sobre la vieja tela
    encontraron mis dedos un zurcido.

    Mis manos y mis dedos
    han zurcido el papel con una pluma
    para recomponer la tela de la vida.
    Tú apenas escribiste,
    tan solo algunas cartas a tu madre,
    pero aún veo tus dedos y tus ojos
    enhebrando la aguja
    y zurciendo también
    -acurcuñando, como tú decías-
    los sietes de la vida
    y escribiendo en la tela
    las palabras de amor más entrañables
    que jamás se dijeron.

    EL ÁLBUM

    Aquel día nos dieron en la escuela
    un álbum titulado
    El porqué de las cosas.
    Los cromos ilustraban con sus vivos colores
    enigmas de la ciencia y de la vida
    que nos harían sabios y felices.
    Cuatro letras debajo de las bellas estampas
    el misterio explicaban dando luz a la duda.
    Ahora que ha pasado medio siglo
    -breves gotas de lluvia en el asfalto-
    me es imposible encontrar aquel álbum
    que ya tan solo vive
    en la leve buhardilla de mi infancia.
    Apenas ya recuerdo ni cromos ni misterios,
    pero el paso del tiempo no me ha hecho
    ni más sabio ni feliz,
    tal vez fue lo más sabio y más feliz
    aquel álbum lejano
    y aquella la luz que atravesaba el aula.

    SE DESMAYÓ LA TARDE

    Más que caer la tarde se desmayó en mis brazos,
    no sé si un beso mío podrá resucitarla.
    Las nubes carmesíes tienen forma de labios
    que esperan de los míos esa dulce caricia
    que tal vez las convierta en las luces del alba
    sin pasar por la noche.
    Tarde desvanecida que invoca a la memoria
    de otras tardes antiguas que tenían también
    la forma de unos labios y un regazo
    que invitaban lascivos al desmayo feliz
    abjurador del tiempo, procurador de olvido.

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