Diciembre de 1982. Eran días de euforia democrática y las iniciativas culturales bien acogidas. Felipe S. González, Tomasina Ruiz, Pepe Gómez, Francisco Cobacho, Antonio Monterroso y yo nos reunimos; y aunque, algunos no nos conocíamos, todos coincidimos en gustar y escribir poesía. Decidimos crear un grupo poético, una tertulia literaria abierta y una revista. Grupo, tertulia y revista se llamarían ALGA.
Por ser mi esposa, María Jesús, secretaria de dirección y tener una buena máquina, nos encargamos de elaborar con ayuda de Enrique un joven arquitecto que luego se desplazó a Madrid, el número 1: un folio blanco plegado en el que publicamos dos poemas cada uno, sin fotos, dibujos, ni ornatos, pero ¡con una ilusión…! Vio la luz en enero de 1983 y así nos presentamos:
Como un alga a la playa, este pliego llega a ti sin pretensiones, con la sola intención de ofrecerte unas ideas y la posibilidad de exponer las tuyas. Queremos que nuestro pliego sea como Castelldefels, síntesis de culturas, una ventana abierta a la expresión.
El número 2 fue también un pliego. Pero el arte del nuevo incorporado Jorge Stojsic y de Antonio Monterroso, dio vida, color y vistosidad al neonato: un número serigrafiado. Fue emocionante ver salir los ejemplares frescos y coloridos en un aula del Colegio Gaudí.
Y llegaron más poetas que se sumaron al grupo o colaboraban externamente, y a partir del número 8 el pliego se convirtió en un folleto humilde al que artistas residentes o no en Castelldefels colaboraban en darle vida y arte: Francesc Estragué, Joan Pijoan, Luis Monguillén, Humberto Castillo, Juan Lozano, Geneviève, Rosa Castejón, Roser Ros, Tomás Corral, Josep Royo, Toni Ruiz, Emil Tröger, Virginia Pioli, Angel, Julio Lozano, Xavier Montané, Jordi Mariscal. Alguno de ellos ya ha fallecido, de otros hemos perdido el contacto, y los hay que siguen cercanos a nuestro devenir ciudadano. A todos nuestro recuerdo y reconocimiento.
Aunque yo me convertí, quizás por inercia, en coordinador, era el grupo quien comentaba y criticaba los poemas aportados por sus miembros antes de publicarse; las colaboraciones externas se leían en la tertulia y allí se decidía la conveniencia o no de su publicación. El alma y vida de la revista éramos todos reunidos en tertulia poética.
Y de la tertulia surgió la idea de los números infantiles. Implicábamos a profesores que animaban a sus alumnos a escribir poesía, y nos enviaban montones de poemas de niños de 4 a 15 años cuya selección era una tragedia: hubo un número en que hubo que seleccionar 36 poemas entre más de 400. Nos temblaban las rodillas pensando en los niños cuyos poemitas no aparecerían. Para ilustrarlos contamos con la colaboración de las cualidades artísticas de María Jesús, Antonio Monterroso y niños que aportaban también sus dibujos.
Con la incorporación de Jorge Navarro, a partir del número 25 ambos formamos equipo de coordinación. La revista fue tomando formato con la colaboración de Rafael Samso primero y Josep Maria Cantó después. Jorge Navarro aportó algo decisivo: su pertenencia al Grupo de Fotografía Experimental que cambió los dibujos por la fotografía artística. En aquel momento la revista la hacíamos al alimón entre ambos grupos culturales. No puedo citar a todos sus componentes, pero sí recuerdo a Francisco Jurado, Oscar Garcialoredo, Inés Luz, Fernando Lorza, Antonio Fernández Carracedo…
En diciembre de 1991, en plena euforia preolímpica, nos lanzamos a un cambio decisivo en el formato: del folleto ya digno de los últimos números, dimos el salto al formato actual; fue el número 33. Lástima que la euforia olímpica se esfumó tras la olimpiada -ALGA se financiaba con subvención del ayuntamiento que justificábamos con nuestro activismo socio-cultural- y las subvenciones mermaron. Hubo que buscar una solución de resistencia: en vez de dos números separados saldría uno "doble con las dos cifras" con la ilusión de que pudiéramos recuperar un día los dos números anuales, como se consiguió ya en la década 2000.
Desde buen principio, y así lo recogen nuestros estatutos, el fin del Grupo de Poesía ALGA fue "fomentar la expresión y comprensión literaria entre sus miembros y extender estos objetivos a todas las esferas de la sociedad". Y este fue el fin de la tertulia abierta y de la revista. A este objeto respondió dedicar periódicos números a la poesía infantil, la invitación a poetas externos que pudieran enriquecer nuestras páginas y estimularnos y también la aparición de las páginas centrales a partir de ALGA 14. Inicialmente las dedicamos a los poetas del grupo como estímulo personal y con el tiempo estas páginas de preferencia fueron dedicadas a temas y escritores de relevancia como homenaje y como resultado de un trabajo de estudio previo en la tertulia. Carver, José María Valverde, Horacio Vázquez Rial, José Agustín Goytisolo, Literatura Sefardita, alguno de los cuales visitaron nuestra tertulia y recibieron nuestro homenaje público,
La distribución en Castelldefels y Gavà no era problema, pero para llegar más allá Jorge y yo organizábamos periplos en coche para dejar ejemplares por librerías de Barcelona. Odisea tras la que regresábamos satisfechos a nuestra Ítaca. Otros compañeros (Felipe, José Luis Céspedes…) la distribuían por medio mundo mediante correo postal y mantenían correspondencia con los suscriptores.
Y pasaron años y aparecían más números, pero también el cansancio. Y un día pasamos el testigo a manos a Moisés Stankovich e Inma Salinas, Moisés y Goya Gutiérrez, y finalmente a Goya y Enric Velo: la revista seguía viva y buscaba más horizontes.
No cerraré estas líneas sin recordar la acogida de los diferentes gobiernos del Ayuntamiento de Castelldefels. Pero hay dos nombres que quiero citar: Maria Josep Udina y Pilar Abascal, concejalas de cultura, que apostaron decididas por nuestra ilusión.
Ignacio Gamen es miembro del Grupo de Poesía ALGA. Ver: http://www.poesiaalga.org/
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Figura 2
JORGE STOJSIC
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