ALGA Revista de Literatura
nº88-89 - primavera 2023
40 aniversario / 1983-2023




Dirección:
  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Enric Velo
  • Lucía León
  • Goya Gutiérrez

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
      Iglesia de los Franciscanos (Lucerna, Suiza)
      de Enric Velo


    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    MARIAN QUINTILLÁ

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA. Ver: http://www.poesiaalga.org/

    CANCIÓN PARA LOS NIÑOS EN CINCO ESTROFAS

    A Yayán, Manani y Mayán,
    a quienes nunca pudo ser arrebatado
    el inestimable regalo con el que fueron bendecidos.

    Y a Eyal y Noa y a Amanda, Tannè, Hans y Kai,
    para quienes no espero menor fortuna
    aunque sí mejor suerte.

    Jugaron los tres niños en un jardín de tierra
    gravemente entregados al ingenio y la risa,
    entre barros y rosas, salamandras y almendras,
    y entre argucias del cosmos que nos da y que nos quita.
    Y allí enraizó el amor.

    Se abrieron a los mares jamás antes surcados
    cuyos mapas errados dibujaban sus sueños,
    y apostaron con ángeles con los dados cargados
    y encontraron estrellas más allá de sus cielos.
    Y eclosionó el amor.

    Sostuvieron las cimbras de su mundo asediado
    por dolor y locura, por cegueras y ruido,
    cumplieron la alegría entregando sus manos
    a los lazos más ciertos, para siempre rendidos.
    Y se templó el amor.

    Invadió sus moradas la náusea del expolio,
    destrozó sus refugios la crueldad de la muerte.
    Amputados de tanto, descubrieron el modo
    de arrancarle a la luz su lumbre más ardiente.
    Y no murió el amor.

    Llovió la maravilla sobre el jardín remoto
    andamio de sus almas, cimiento de sus casas,
    y lo llevaron dentro, inviolable tesoro,
    ignorantes y ciertos de tan feroz bitácora.
    Y así vivió el amor.

    LA ALQUIMIA Y LA BELLEZA

    A nuestra compleja y gran familia, la que nos trajo
    hasta aquí, y desde aquí seguimos...

    Pómo vais a ignorar que no nos faltó nada
    si, a lo largo y lo ancho
    de los descubrimientos exultantes
    y de los huesos rotos de la historia,
    nos disteis cuanto erais.

    Si navegasteis
    curva a curva los ríos de la vida
    con las manos desnudas
    y las entrañas indefensas,
    humanos casi siempre,
    alimañas a veces
    y otras, ángeles.

    Si os hicisteis,
    como nosotros hoy, con lo que había
    y hubo suficiente,
    suficiente pan y hambre suficiente,
    hueco y pasión,
    amor y frío, muerte y vida.

    La alquimia
    que engendra la belleza.

    Si el amor verdadero
    que anhelamos en cantos y novelas
    viste de ocre y de gris muchas mañanas,
    sabe a sopa, a café, a tortilla francesa…

    y va mezclado
    con nuestros más extravagantes filos,
    destilados venenos,
    o las marcas contusas
    de tomar con torpeza lo sublime

    y no llega, y no sabe, y no consigue…
    al tiempo que se acaba revelando
    extraordinario, puro e intachable
    en su misma pobreza luminosa.

    La belleza
    que permite la alquimia.

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