ALGA Revista de Literatura nº85 - otoño 2021
Dirección:
Goya Gutiérrez
Edición:
Grupo de Poesía ALGA
Responsables de la edición del presente número:
Goya Gutiérrez
Enric Velo
Maquetación, composición y diseño web:
Enric Velo
Portada:
Escultura de Maïs (Jorba)
Sumario
http://revistaliterariaalga.com/
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Poesía
RICARDO VIRTANEN
RICARDO VIRTANEN (Madrid, 1964). Músico, poeta, aforista y crítico literario. Ha publicado los poemarios Notas a pie de página (2005), Epitafios (2005), La sed provocadora (2006), Sol de hogueras (2010), Nieve sobre nieve (2017), Intervalo (Premio José Luis Hidalgo, 2019) y Llama de lluna (2021); los libros de aforismos Pompas y circunstancias (2008), Laberinto de efectos (2014), El funambulista ciego (2019), Bazar de esquirlas (2019) e Interruptores (2021); y asimismo el diario Cuaderno de interior (2013). Ha sido traducido al inglés, francés, italiano, portugués, finlandés y gallego.
TERRAZA
El dolor fue encogiendo como un hongo
al que ha cubierto el barro del invierno.
La marca de unos ojos lapislázuli,
quizá mapa, destino
que se escucha en la noche a borbotones.
El verdín ha surgido en las esquinas
de la mañana,
cremallera de cielo que es un don
bajo el pulso mecánico
de la lluvia insistente, repetida.
Recorrimos los días, su júbilo, su paz.
Estamos mudos,
a un paso de la sal de los derrumbes.
PIEDAD
El cielo no nos pertenece así:
teñido en gris y malva,
ocurrencia de un solo y vago instante
nacido entre las manos en la tarde.
Tampoco la mañana es la extensión
natural de mi mano,
la tirita que apenas cubre nada.
Miro una foto antigua.
Muy parecido a como
mis pies se ensucian en la arena dura
o la nieve se vuelve transparente.
No importa el tiempo. La memoria
es una cuartilla que tiembla
abandonada dentro del cajón
de días y de adioses repetidos.
Delicadeza muerta,
tósigo de orfandad.
En la foto se arrastra mi pasado:
corazón de memoria, extravío
de un vertedero a punto de estallar.
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ARANDELA
Mi corazón bombea resplandores.
Cerca de tu piel se halla mi voz. Tiembla
como el raro reflejo, en la penumbra,
de mi iPod alumbrando la mirada.
Te aproximas. Te toco con susurros,
con la esperanza de un murmullo anciano
que surge con el hipo
de la perseverancia de un cristal,
o de un color que brota de un aroma.
Tan próxima y lejana,
visión desnuda tu delicadeza.
Siempre la misma lluvia desbocada:
un alud que sorprende a la costumbre.
ESTANCIAS
Toda la claridad viaja en mis ojos.
El viaje es un insomnio, un clamor,
flor de penumbra,
dintel del horizonte sin purezas.
Pensé en alcanzar otra costa nueva.
Las huellas han querido ser mi estancia,
una forma olvidada de alegría.
La letanía de un silbido mudo.
Un zumbido letal.
No se detiene el sol.
Me aniquila la prisa y brota el ruido.
Son un hueso azul todos los recuerdos.
Después pensé en un bosque de raíces
que lentamente
se oscurecían a mi paso
en las aceras,
y tan tristes, sin luna, me cubrían,
para ser la intención de una cordura
que se ríe de mí hasta ser otro.
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