ALGA Revista de Literatura
nº83 - otoño 2020




Dirección:
  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
      Dolça i salada, de Elvira Rodríguez Roura


    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Lecturas. Textos comentados

    GOYA GUTIÉRREZ

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA y dirige la revista ALGA desde 2003.
    Ver http://goya-gutierrez-lanero.com/



    La serpiente
    Artículos de desobediencia

    de Sònia Moll
    Traducción y prólogo: Neus Aguado
    Godall Edicions, Barcelona 2019
    Narrativa 189 páginas


    Pavellons Güell, Barcelona

    ENRIC VELO


    PARA NO OLVIDAR

    Como bien se indica en el prólogo amplio y esclarecedor a cargo de Neus Aguado que también es la traductora, la poeta Sònia Moll hace años que publica una columna de opinión en el periódico digital Directa en lengua catalana. Y ahora, la autora y la editorial nos presentan este libro no ordenado cronológicamente sino por temas y bajo el lema de la poeta Anise Kolz que consta en el epígrafe que abre el libro: "Bendita sea la serpiente / que me enseñó la desobediencia", a partir del cual se genera el título de la obra. Primer verso que también da lugar al título del último apartado.
    Esta escritura es la demostración de cómo esa serie de artículos que ya mantenían aspectos literarios, se han convertido ahora en literatura. Con una estructura externa e interna circular tanto en buena parte de sus relatos como en la totalidad del libro. Con un lenguaje que se caracteriza por una superación de la retórica, expresión directa, diáfana, pero intensa; desde la rebeldía, la valentía al tratar temas candentes o comprometidos, o matices que a veces quedan desapercibidos, y ella se atreve a sondearlos con delicadeza e inteligencia, con una conciencia cómplice en la que reconocernos, que nos interpela, con una visión otra frente al mundo.
    La literatura si para algo sirve es para expresar honestamente lo que crees que es la vida, y según María Zambrano en "Sueño creador" la confesión es el género que de modo más enérgico anuda vida y escritura. Verdad capaz de transformar el corazón. Palabras a las que responde perfectamente esta literatura confesional que conduce de lo particular a lo general, a lo social y universal.
    Hay relatos que se construyen a partir de la vivencia personal, o la experiencia de los seres queridos como el padre o la madre, para hablar de temas que atañen o deberían atañer a toda la sociedad, como el tema de la mujer desde una óptica feminista que desgrana en títulos como "No les dejes pasar de largo" donde trata el tema de la falta de credibilidad histórica y universal de la palabra de la mujer ante situaciones de acoso o violencia sexual, y que ya ha empezado a rebelarse y a alzar su voz, o en "Gracias por no violarme" , ese miedo ancestral que la mujer guarda en su subsconsciente, y por el que a veces puede caer en la injusticia de confundir a un hombre maravilloso con el posible acosador, o lo que sugiere desde el título mismo. "Vivir (la piel) después", un esperanzado mensaje a esa mujer agredida para recomponer su vida, porque como dice "quizás no queremos arrancarnos la piel y la historia y tirarlas al mar" (pág.99).
    En "Tendencias" pequeña sección de la Vanguardia, en donde arremete contra ese medio y hace extensible su crítica a otros medios, por editar en un lugar marginal noticias de agresiones sexuales, violaciones en grupo contra la mujer o feminicidios que habrían de figurar en primera plana si ello se considerase una cuestión de Estado, un asunto político.
    Otras veces el protagonista es el padre y sus vivencias para hablar de la nobleza y fidelidad de la palabra dada, de la promesa del niño aterrado por las bombas que a cambio de su vida promete hacerse cura, y de la valentía de este al salir de esa situación de confort a la intemperie de una sociedad franquista por haberse enamorado de una maestra. La infancia del padre también para decirnos que, ante situaciones de violencia, la venganza personal nunca es la solución, sino la autodefensa, las redes de apoyo, la lucha contra la impunidad y por la justicia. El arduo trabajo del padre como corrector en una editorial y su amor por la escritura, para hablar de un Capitalismo que aniquila cualquier anhelo creativo y vocacional a cambio de un sueldo precario.
    Hay narraciones en que la vivencia es sustituida o compartida con otras referencias, como la poesía de Salvador Espriu en "El sepulcro vacío" que inaugura el libro, y nos conduce hacia los desaparecidos en las dictaduras, los migrantes o los refugiados ahogados en el Mediterráneo. O surgen a colación títulos de películas como "Des hommes et des dieux" que plantea la valentía, los principios éticos de siete monjes trapenses, unos meses antes de su asesinato, y ese manifestar "Yo no tengo miedo a la muerte. Soy un hombre libre", afirmación que también comparte el padre. Aspectos que le sirven para reivindicar otra forma de ver y sentir el mundo. Un mundo que puede colapsar por aquellos que huyen de las guerras o de la miseria, por la ultraderecha atravesando Europa o Norteamérica, nos dice. O la referencia a un libro, el de Lolita Bosch en "La rabia, la esperanza" para tratar el tema del acoso escolar, y hablar del propio desde su lesbianismo, y extrapolarlo hasta hacer de la rabia de la víctima una enseñanza parabólica, y a su vez un lema político, y es que, conociendo la herida del otro, no utilizarla nunca. El tema de la locura en "Sin paraíso" a partir de la enfermedad de la madre y la referencia a los lúcidos y estremecedores versos de Alda Merini, como paradoja a sus vivencias en psiquiátricos, nos induce a reflexionar, a no huir de esa realidad que se nos escapa porque nos produce temor. O ante la muerte de la madre, la presión social que a veces existe por cercenar el dolor del duelo en "No time for grief".
    Por último, mencionar el relato titulado "Souviens-toi" y el verso de la poeta Oscarine Bosquet, "Recuerda mantenerte viva", que hace de epígrafe. En su libro "Participe Présent" del 2009 recorre con su poesía el horror del genocidio de Ruanda, las guerras de Chechenia y Afganistán, las torturas, las violaciones, los asesinatos, las mutilaciones o las masacres. Y la autora lo destaca por ese valor de denuncia de la injusticia, del horror, y sobre todo para dejarnos a los lectores y lectoras con un bello mensaje, y este es el poder en general que tiene el arte, la literatura, y en este caso concreto la poesía para hacer de red de contención de la memoria, para no olvidar.

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