Abril, 2020
ENCARNACIÓN DEL DÍA
No eres tú, ni siquiera otros,
es la oscuridad
la que atenaza
cuando nada se escucha,
es entonces cuando se cierne
tanto temor, toda la inquietud.
En las despreocupadas horas
de la noche se encarna sin saberlo
el día que acontecerá,
con su inicio siempre envuelto
en el velo viscoso
que habrán de rasgar
las miradas afiladas
del ave recelosa,
mientras desconfiada multiplica
los movimientos inseguros
de su trémulo y pequeño cuerpo.
LODO HEDIONDO
Ahora no hay cortacésped,
no se oye el conocido estruendo
que expande olores de hierba,
ternuras de verde fresco.
Cuando azotó la lluvia
sorprendió al otoño aún acumulado
en los ángulos del jardín,
frondoso lecho de hojas muertas
donde el agua torpe,
sometida al viento airado,
también confundió a los seres
sin ojos de la noche opaca.
Otros aún caminaban
encorvados hacia adelante
tanteando el dudoso firme,
empapando sus miembros
en el lodo hediondo.
Ahora solo escuchamos
el rumor persistente,
durante el día y la noche,
de todos los caños que sorben
el agua calma, domada.
|

San Petersburgo. Fortaleza de San Pedro y San Pablo
ENRIC VELO

Santa Coloma de Queralt
ENRIC VELO
|