ALGA Revista de Literatura nº79 - otoño 2018
Dirección:
Goya Gutiérrez
Edición:
Grupo de Poesía ALGA
Responsables de la edición del presente número:
Goya Gutiérrez
Enric Velo
Maquetación, composición y diseño web:
Enric Velo
Portada:
Foto de la Galería Naturaleza
de Juan González Diz
Sumario
http://revistaliterariaalga.com/
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Poesía
SÒNIA HERNÁNDEZ
SÒNIA HERNÁNDEZ (Terrassa, Barcelona, España, 1976) es periodista y escritora. Es autora de los poemarios La casa del mar (2006), Los nombres del tiempo (2010) y La quietud de metal (2018); los libros de relatos Los enfermos erróneos (2008) y La propagación del silencio (2013); y las novelas La mujer de Rapallo (2010), Los Pissimboni (2015) y El hombre que se creía Vicente Rojo (2017). En este 2018 publicará su primer poemario en catalán, Del tot inacabat.
MIENTRAS TÚ HABLAS, yo pienso.
Mientras hablan los demás,
yo pienso. Mientras tanto, fuera,
en algún lado, hay ruidos
que revelan el movimiento
y la vida de un mundo
compuesto de palabras que no oigo
porque las desconozco. Pienso
e imagino los sonidos y las letras
de un paisaje que no existe
para esconderme, para buscarte
en un manantial de sombras
o un haz de luz que se alza
en mi pensamiento y me deslumbra.
Al final de tus palabras,
en el silencio de una tarde
de mayo con sol y flores de aromas
como si ya se hubiesen marchitado,
confundo esta primavera con cualquier calle
que pueda llevarme de regreso
a los recuerdos que he perdido.
Podría aceptar una imagen cualquiera,
un círculo, un cuadrado o una pirámide
bajo la lluvia en un lienzo,
para tocar la tierra y sentir
el sabor en la boca de las palabras
que antes no conocía
y que no van a llegar nunca,
ahora que te has ido
y he perdido tu nombre
entre el estruendo de esta tarde.
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ENRIC VELO
EL MAR ES MENTIRA
igual a este amor sereno
sin sol ni invierno
compuesto de rostros fríos
buscando las manos para existir.
Puedes tocar y escuchar el caparazón
fósil de otros veranos
evocados en una piel equivocada
porque tampoco existe
y teme la sustancia viscosa
donde residió la vida
en el tiempo de otras mujeres
y otros hombres que permanecen
en el eco de las olas
que sólo es el reflejo del corazón.
Voy a contarte todo
ahora cuando ya sabemos
que no somos ni nos recuerdan
porque este amanecer es también
un crepúsculo dibujado
en una tapia blanca que esconde
el jardín donde se puede ser feliz
y al que no nos dejan entrar
porque la verdad es la negación
escondida en el cuerpo
que te ofrezco sin conocerlo.
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