EL RONIN1
Te tuve entero.
Es tan difícil
que ninguno de tus mil espíritus
se distraiga en quimeras
o en batallas
mientras algunos de esos mil nos miran.
Como meter un gato en una cesta
es dejar las trincheras
para volver por un minuto a casa.
Mas si dejáramos al gato en paz…
Te tuve entero
y toda mi piel te recuerda.
Qué engendramos en aquella noche,
que al despertar, entrado el mediodía,
no pudimos volver al mundo viejo
ni tampoco queríamos.
Enteros nos tuvimos,
sin vigilar la ropa al entrar en el mar
y, al mismo tiempo,
mirando con los ojos bien abiertos,
con las almas bien anchas.
Nos tuvimos nosotros,
desnudados,
con nuestros mil espíritus
rendidos y de acuerdo.
1Durante el periodo feudal de Japón, un ronin era un samurái que, por cualquier causa, se había quedado sin señor al que servir. Acostumbraba a llevar una existencia a la deriva en la que no era raro que se emplease como mercenario. El significado más literal de esta palabra sería "hombre errante como una ola en el mar".
|
A ESTAS ALTURAS
A estas alturas de la vida
en que volver atrás es imposible,
si es que una vez se pudo,
abro la caja de las fantasías
y descubro
que el material que compuso los sueños
tan sólo es hojarasca.
Verde brillante ayer,
hoy migaja castaña y quebradiza.
Esta mañana cantan
las nubes y las tazas de café
porque soy libre de mis ilusiones,
porque puedo dejarle a aquella niña
sus juguetes de niña
sin huecos ni amarguras.
La vida
no era como pensábamos.
Claro que no, por eso la pensábamos,
para que imaginarla nos ayudara a andar.
Ya no hace falta.
La nostalgia de lo que no pasó,
de lo que pasó asá,
es veneno vacío,
eterna obcecación de adolescencia
que pretende saber cómo es el universo
más y mejor que el universo mismo.
Dejadme que celebre la vida que sí tuve,
la vida que sí tengo,
los amores que son y que me arrastran
día tras día devastando mis planes,
desbordando las lindes de mis sueños.
|