ALGA Revista de Literatura nº78 - primavera 2018
Dirección:
Goya Gutiérrez
Edición:
Grupo de Poesía ALGA
Responsables de la edición del presente número:
Goya Gutiérrez
Enric Velo
Maquetación, composición y diseño web:
Enric Velo
Portada:
Te vigilo y no me ves
de Carmen Esteban
Sumario
http://revistaliterariaalga.com/
|
Poesía
JOSÉ VERÓN GORMAZ
JOSÉ VERÓN GORMAZ (Calatayud, 1946) La obra literaria de Verón incluye veintidós libros de poemas y siete de narrativa y ensayo, a los que se añaden cinco libros fotográficos con textos propios. Ha colaborado en más de ochenta libros colectivos, y ha sido incluido en numerosas antologías, tanto poéticas como de narrativa. Colaborador de diversos medios de comunicación durante muchos años, principalmente en Heraldo de Aragón (más de 800 colaboraciones) y SER Calatayud, pero también en revistas literarias, culturales y de información general.
Premio de las Letras Aragonesas 2013.
POETA DE MEDIANOCHE
Con cuánto esfuerzo surge
la voz de tus abismos,
con cuánta realidad.
Si buscas la palabra y no la encuentras
y ella quiere irrumpir sobre la página,
un poema se dispone a nacer.
Cubierto por las huellas
del doloroso parto,
verá la luz, aunque también la sombra,
oscuro nacerá, sucio de olvido,
con hebras adheridas a los versos,
restos del tiempo urgente,
humedades de ausencia,
ruinas de ayer
y trampas del camino.
Con cuánto afán le limpias las heridas,
con qué dedicación.
Al fin, cuando el poema
ya duerme en el cuaderno,
un silencio palpita entre las páginas,
versos vivos que esperan
iluminar un mundo,
palabras sin retorno,
inquietas, acechantes,
destinadas a ser incertidumbre
que ha sembrado en las horas precaria eternidad.
Del libro Claros de luna,
Prensas universitarias de Zaragoza, 2017
|
CARMEN ESTEBAN
|
MENSAJES OTOÑALES
El aliento invernal,
como un viento de ayer y de mañana,
se asoma en el desierto de instantes fugitivos.
Cuando en la tarde oscura, con sus fugaces duendes,
oculta el día las huellas del otoño,
cuando el tañido incierto de agónicas campanas
invade el aire y sus reflejos fríos,
caen puñales de hielo sobre el llano,
abren la herida del tiempo sorprendido,
que al negarse a morir,
perdura en el instante,
conquista la ilusión,
y al despertar,
desaparece.
|
ENRIC VELO
|
página siguiente 
|
|