TODOS LOS SILENCIOS
No oímos el clamor de las piedras
que vamos triturando a cada paso,
el lamento del barro que dejamos atrás,
ni siquiera
el estruendo del alma al desprenderse.
No vemos los frutos más rojos del sembrado.
Teníamos tanta prisa
que olvidamos los ojos.
No estrechamos las manos que se extienden
ya sin ganas.
Queda solo el grotesco disfraz de indiferencia
que apelmaza los días y el paisaje
para que puedan contemplarse
desde un lugar más elevado.
Una nube de polvo nos recuerda
que estuvimos aquí,
que pasamos de largo
arrastrando todos los silencios.
SAVIA
Eres el árbol de mis sueños.
Flotas en el espacio
como si no existieran tus raíces.
Ansías desplazarte
con ansias de saber,
de olvidarte del misterioso círculo
que te ata a esta tierra,
a esta intemperie.
Quisiera ser el árbol de tus sueños,
el que eleve sus ramas
para besar tu copa,
el árbol que comparta contigo
la misma ancestral savia
rebosante de luz.
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