ALGA Revista de Literatura nº77 bis - otoño 2017
Dirección:
Goya Gutiérrez
Edición:
Grupo de Poesía ALGA
Responsables de la edición del presente número:
Goya Gutiérrez
Enric Velo
Maquetación, composición y diseño web:
Enric Velo
Portada:
Sumario
http://revistaliterariaalga.com/
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Poesía
EDUARDO ESCALANTE GÓMEZ
EDUARDO ESCALANTE GÓMEZ, nacido en Antofagasta (Chile, 1942). Escritor e investigador, magister en Ciencias Sociales (Universidad de Gales, Gran Bretaña). Ha publicado poemas en España, Argentina, Chile, Estados Unidos, Dinamarca. Forma parte de la red mundial El Poder de la Palabra (entre otras). Como investigador ha publicado artículos científicos en España, México, Nicaragua, Colombia, Perú, Chile, Argentina. En Amazon publicó su poemario Caminando la existencia con la voz.
PODRÍA SER UN PRÓLOGO
en vastos filamentos de materia, convertidos en vida,
con sus veinte mundos paralelos, uno después de otro,
aún no suficientes para cruzar el océano de paraderos
y ser desenredado; un fuerte tropezón, caída por la ventana
de los cielos, la musa me comentó la maravillosa luz
de la tarde. ¿O era por la mañana? Fuera lo que fuese,
era una luz que valía la pena. Salir del universo anónimo.
Pétalos violáceos se almacenan en las pupilas,
durante el atardecer de la primavera anillos lúcidos
alrededor de los ojos, todo se acerca. Se ve lejos.
El sufrimiento queda a la espera, perla se rescata
del agua, isla como un barco navega desde el día
en el que fuiste la gran escena de tus padres.
Ya eres una gota encerrando muchas costas.
No hay desconsuelo que ralentice tu velocidad,
pones en marcha blanca al horizonte,
haces un corte en la tierra que marca la línea de tu recorrido
a través del tiempo juegas con el agua que has traído de vuelta.
Muchas hojas, raíz una, dice el poeta.
¿Quién fue mi comienzo? Con los lentes apropiados,
en esa esquina fui a caer y desde donde partieron pasos.
Ningún catecismo que me haga retroceder. No se lleva utensilios
para el olvido y extravío. Huir hacia adelante.
PARSIMONIA EN LA LECTURA DE MI PAISAJE
Espero un autobús,
en silencio cavo y cavo
sin música de fondo,
con recogimiento y concentración.
Escena se vienen a lo que arde en mi cerebro.
Roberto Matta taladra mi pragmatismo,
Goya retuercen mi vientre,
Van Gogh enternece mis dolores.
Vuelvo sobre mí mismo y sobre lo que está ahí.
He alcanzado a leer cuarenta páginas del paisaje.
Las he masticado, paladeado, ingerido,
tratado de entenderlas en chino y en galés.
No me calzan los sonidos.
Siete gatos callejeros, bolsas vacías a la espera,
Alimentan mis pupilas.
He logrado unirlos a mis lecturas
"Los pies hermosos que huyen del dolor",
"La joya rescatada de un calabozo",
Siempre leyendo la locura de la cordura,
o al revés, y también la crueldad de la rigidez.
Permanezco lejos de la sorpresa amarga, de quienes
quieren a los pájaros incendiados
o cuentan del cáncer que visita al brote de un árbol.
Si el planeta fuera sólo sus grietas
el sol hubiera partido y la luna estaría viuda.
Aun así, el paisaje tiene otros límites,
no los míos que son los inventos antes
de que llegue el autobús.
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