ALGA Revista de Literatura nº75 - primavera 2016
Dirección:
Goya Gutiérrez
Edición:
Grupo de Poesía ALGA
Responsables de la edición del presente número:
Goya Gutiérrez
Enric Velo
Maquetación, composición y diseño web:
Enric Velo
Portada:
诗 Poesia
de Ruth Castilla Mora
Sumario
http://revistaliterariaalga.com/
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Poesía - Colaboración Especial
ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN
ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN, (Vitoria, 1905 - Madrid, 1999) Su infancia transcurrió en Madrid. Perteneció a la Generación del 27. De su obra poética destacamos: "En silencio" (1926), "Ahora" (1928), "La voz en el tiempo" (1931) y "Cántico inútil" (1936). En 1939 partió a México donde publicó posteriormente, "Poemas del ser y del estar" (1972), "Huyeron todas las islas" (1988), y tras algunas antologías, un libro al filo de sus 90 años, "Del vacío y sus dones" (1993) y "Presencia del Pasado" (1996). Sólo a partir de 1989 se inició el reconocimiento de su obra, con galardones tan importantes como el premio Euskadi de Poesía, el Premio Mujer Progresista y la nominación al Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1992, y la Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Madrid en 1977.
HUIDA
Inercia de la muerte. ¡Qué distancia
me aleja ya, segura, de lo humano!
Aquella rosa que murió en mi mano
será pronto recuerdo de fragancia.
Silencio de silencios. En mi estancia
diluye su perfil lo cotidiano
y retorna sin hieles a su arcano
esa amargura que la vida escancia.
Nada será de todo lo que ha sido.
Voy a ofrecer al sello del olvido
mis párpados febriles y mis labios
que inmoviliza el rictus de lo eterno.
¡Quiero escapar indemne del infierno
que arde en la trama de tus besos sabios!
SÓLO ALLÍ
Tú no sabes qué lejos.
¡Nadie sabe qué lejos!
Encima de las nubes, detrás de las estrellas,
al fondo del abismo en que se arroja el día,
sobre el monte invisible donde duerme la luz.
Sólo allí podrá ser. Sólo allí tocaremos
la verdad que tortura nuestras frentes selladas.
Sólo allí se abrirán como flores de aurora
aquellas lentas noches de amor en desvarío.
Nuestras manos lo piden tendidas al espacio
en un sordo anhelar que no engendra clamores,
nuestras plantas lo exigen tercamente aferradas
a las huellas que el viento indómito destroza.
El horizonte huye robando a cada hora
la secreta delicia que presagia el milagro.
Hay briznas de prodigio en todos los instantes
y el mundo, ciego, arde con vibración de altar.
Arrodilla tu fuerza. No hay glorias presentidas.
Palpita en certidumbre la carne de los sueños.
Si acunas la belleza que tu fervor concibe
florecerá en tu muerte su exacta encarnación.
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LAXITUD
La tarde gris y triste me agobia,
tengo sueño;
estiro lentamente
mis dos brazos abiertos
que se prenden al aire;
quieren cazar el tiempo,
aprisionarlo pronto,
robarle su secreto,
deshacer bruscamente sus límites estrechos.
Quiero llorar: no sé;
quiero reír: no puedo.
Los deseos
se estrellan contra la inexorable inercia
del silencio;
sobre mi corazón rueda grávido al peso
de la existencia toda.
Al fin me desperezo.
Logro romper el cerco
del malsano sopor,
pero apenas lo venzo
ya me torna a invadir
quedamente su tedio.
Luego...
Ya no sé más;
suspiro,
me paseo,
exprimo el tormentoso
lagar de mi cerebro,
destilo el elixir de su inquietud
en mi pecho...
Sujeto en mi memoria
repite el pensamiento;
la tarde gris y triste me agobia,
¡tengo sueño!...
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