TRABAJO DE MUJERES
Siembran los granos
uno a uno, a escondidas,
con ajena simiente.
Se arrodillan delante de los frutos
que crecieron demasiado deprisa
sin tiempo de quedarse entre los dedos.
Si se apaga la lumbre del hogar
frotan su corazón contra las piedras,
se colocan con suavidad el velo
y ocultan las arrugas del sembrado.
Han arado la vida
y parido a los muertos.
Del libro La honda y el viento
Ed. "La casa de cartón" (Lima, Perú, 2011)
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LATIDOS
A veces se derrama el tiempo en una orilla
y entra en suave letargo,
sueño de eternidad.
No necesita el mar reloj de sol
ni siquiera de arena.
Le basta contar olas y ya sabe
cuánto tiempo ha vivido.
¿Estaba ya dispuesto
con su brillo de falsa mansedumbre
o le fuimos creando gota a gota,
colmándonos de sed,
para darle la vida?
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