ALGA Revista de Literatura
nº75 - primavera 2016




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
      Poesia
      de Ruth Castilla Mora

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    FEDERICO GALLEGO RIPOLL

    FEDERICO GALLEGO RIPOLL (Manzanares, 1953) es poeta. Publica con regularidad desde 1981. Entre otros, ha obtenido los premios "Jaén", "San Juan de la Cruz", "Ciudad de Irún", "Emilio Alarcos" y "Ciudad de Badajoz". Algunos de sus títulos son: Quién, la realidad; La torre incierta, Cantos prófugos y Los poetas invisibles (y otros poemas). En 2008, una gran parte de su obra fue antologada por la Biblioteca de Autores Manchegos en Un lugar donde esperarte, Antología 1981-2007; con posterioridad, ha publicado Dentro del día, acaso (Algaida - Sevilla, 2011). Desde 1995 vive en Palma de Mallorca.

    EL INFIERNO ES VIVIR

    Quién detiene el momento en que decide
    callar el ruiseñor; quién
    alza ese momento
    hasta el pretil, y pone
    en guardia al sol;
    quién sitúa la nube sobre el vértice
    del canto huido; quién
    alerta al mar para que entorne
    la espita del desfiladero,
    y aquieta el bosque y hurga
    en el bolsillo donde el horizonte
    guardó ese diezmo
    a la espera del día.

    Esto es el tiempo:
    el tiempo detenido a la espera del canto
    del ruiseñor que, apenas se inaugura
    como signo de vida, es ya pasado.

    Esto es el tiempo:
    el tiempo que vendrá mientras se pierde
    el tiempo como agua,
    como besos de niño
    en el fondo trenzado de la cesta.

    DIALÉCTICA DE LA PARED DE CARGA

    Sobre el muro, la casa.

    Pero el trazo,

    la intención de sonido, el gesto sobre el muro,
    van sosteniendo el muro,
    la casa.
    Brota, como el agua, la vida,
    de algún centro no único;
    abre dentro camino la raíz,
    y en el aire la rama:
    lo denso y lo liviano equilibran la espera.
    Pasa el aire a través de la mirada
    como a través del signo, sobre el muro,
    cruza firme su propia fortaleza.
    La tensión de la altura se cimenta en la fe.
    Actitud permanente: edificar la casa
    de la propia conciencia,
    perseverar en el vacío hasta
    vaciarlo.

    página siguiente