ALGA Revista de Literatura
nº73/74 - primavera 2015




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Supèrbia/Lleó
      de Bernat Velo

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    ELVIO RENÉ

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA. Ver: http://www.poesiaalga.org/

    CANON

    No fingía cuando te prometía cosas.
    Esta noche, por ejemplo, la luna brilla
    con la misma fragancia que iluminó aquel
    julio entre naranjos.
    Nos asomamos al pozo y allí estaba,
    oronda y pura, y en su alegría
    nuestros labios conjuraron la eternidad.

    Amada mía, estoy aquí porque nuestro
    común sendero no edificó tesoros,
    sino un castillo de versos.
    Las albas sucesivas se nos escaparon
    entre los dedos y nunca lo advertimos.
    Sólo me queda la fe y unas ciertas
    promesas antiguas, ¿recuerdas?,
    como besarte sin fin
    cuando mis fuerzas cayeran.
    ¿Y, si de tanto besarme, se te gastaran
    los labios?, dijiste con amor
    Argumenté que no necesitaba labios
    para invocar tu esencia;
    bastaban mis ojos.
    La pregunta siguiente no la respondí.
    Éramos invencibles; la dicha
    me colmaba.

    Esta noche de luna infinita, sin embargo,
    te traigo la respuesta.
    He quemado los versos antes de venir;
    los tuyos y los míos.
    No queda una línea escrita
    en la casa vacía.

    Estas notas de mi mente crecieron
    por el camino
    y profesan un mensaje final
    para el reencuentro.
    Sin otro soporte que el alma,
    no puedo fijarlo entre las flores,
    como te gustaría.
    Pero voy a cubrir tu lápida
    con todas las palabras, puntuadas
    y ordenadas con amor minucioso.
    Al cabo de esa tarea, que no será ardua,
    mi tránsito hacia la nada
    se nutrirá, incansable,
    con tu recuerdo y tu forma.

    Entonces, amada mía, la respuesta
    pendiente será al fin ejecutada:
    cuando ya muertos, mis ojos,
    no puedan contemplarte,
    voy a postrarme de espaldas
    y voy a imaginarte.

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