ALGA Revista de Literatura
nº72 - otoño 2014




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Eva Venus.
      Terracota de tamaño natural de Jorge Egea

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    JOSÉ LUIS GARCÍA HERRERA

    JOSÉ LUIS GARCÍA HERRERA, Esplugues de Llobregat (Barcelona), 1964. Poeta, narrador, rapsoda, crítico literario y técnico químico-alimentario. Fue director de la revista El juglar y la luna, directivo de la Academia Iberoamericana de Poesía en Barcelona y miembro fundador de los premios literarios "Ciutat de Sant Andreu de la Barca". Ha obtenido numerosos premios de poesía y de relatos. Tiene publicados 17 libros de poesía y ha sido incluido en varias antologías. Traducido al euskera, italiano, francés, portugués y checo.

    URQUATH

    (loch Ness)

    Desde las ruinas construimos el futuro,
    edificamos el pasado y levantamos leyendas.
    Cada día nos reinventamos desde la derrota
    que sufrimos cada noche al acostarnos.
    La vida es vivir y morir
    en constante ejercicio de luces y sombras.
    Como estas sombras de tiempos destronados
    que proyecta el castillo de Urquath
    sobre las aguas gélidas del lago.
    Como el misterio que encierran las aguas
    en su fondo limoso; entre las algas
    que cobijan huesos rotos y espadas
    que narran por su filo la brevedad de la vida,
    la inmensidad de la nada y el óxido de sangre
    que tiñe de venganza el frío de la carne.
    Entre las ruinas camino invocando el pasado.
    El futuro es un camino que no ha cruzado nadie.

    FALSAS PROMESAS

    Prometí no fallar.
    Y las promesas quedaron como frutos verdes
    cosidos a las ramas secas del olvido.
    Fallé. Os fallé mil veces. Siempre buscando
    las redes donde mostrar el frío azul
    de las disculpas.
    Prometí palabras que dejaran en los versos
    destellos de luz como el sol en los charcos;
    que mostraran retales de la vida que os pertenece
    como legado del río y sus guijarros; que trajeran
    la memoria que despliega en el papel
    los avatares del viaje.
    Fallé. Los poemas hablaron de un huésped lejano
    que traía en sus labios la sal del destierro.
    Su soledad es mía. Sus promesas
    continúan, todavía, cosidas al árbol del fracaso.

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