déjame
vivir contigo
caracola de mar
ahora que no tengo piso
le pediré
a la magia de los océanos
que midan mi contorno
y traten de ubicarme
en tu morada
te juro
que después
iré recogiendo
arenas húmedas
para inventarte juegos nuevos
y no te sientas sola
y vestido
de andrajosas algas verdes
montaré guardia
a tu puerta
asustando a los intrusos
y cuando descubras
mis suspiros
viajaremos en burbujas
hasta el sol
amante marina mía
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ay señora
si supieras cómo me gustas
te busco
cuando me alejo
y se abren huecos
de aires imposibles
y apenas te respiro
y mis manos no existen
eres distante
como si fueras después
de las miradas
sé que sabes que estoy
y a veces
no te abro
me seduce brutalmente
tu lejanía
también sé
que si todo fuera estar en ti
no habría poemas
y mi costumbre y la tuya
rompería
esta magia nueva
y andaríamos amándonos
de cansancio
pero no habría versos
amante imposible mía
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la luz
de la cocina
de mi madre
olía a pan
albahaca
y orégano
y era el sol
abriendo ventanas
y flotaban
entre polvos y aderezos
mi curiosidad de niño
en los mediodías
a través
de las cortinas
y escuchaba
a los gorriones
mascullar alpistes
discutiendo gusanos
con las gallinas
y a mis vecinas
deseando
mi desnudez de pantalones
qué pena de tardes
de inocencia
olor a levadura
y muchachas pícaras
que se mostraban
qué tristeza
amiga mía
cosas de los barrios
cuando el sol comienza
a esconderse
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