ALGA Revista de Literatura
nº69 - primavera 2013




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Ilustración de Maria Girona para
      la cubierta del libro “La germana,
      l’estrangera” de Maria Mercè
      Marçal. Edicions del Mall, 1ª ed.
      Barcelona, 1985.

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    GOYA GUTIÉRREZ

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA y dirige la revista ALGA desde 2003.
    Ver http://goya-gutierrez-lanero.com/

    POR EL CIRCO DEL MUNDO

    I

    Un jinete tiznado, con un caballo ciego:
    ha embozado de alquitrán la aurora

    II

    Un árbol libre, abierto, inerme, solo:
    le tendieron la vieja malla negra
    robada al gladiador,
    para sajar su piel, mostrar
    los rojos granos de su fruto,
    y entregarlo a las fieras.
    Pero una lluvia dulce le lavó los rasguños,
    le sorbió las heridas, alimentó su aliento.
    Hizo fructificar la semilla a sus plantas.
    Llegó a ser milenario.

    III

    Las fieras no tan fieras no vieron
    en su savia, el banquete de carne:
    Fijaron sus pupilas en las gradas.
    No paraban sus ojos de mirar
    a quienes, como enmudecidas
    rocas miran las arenas.
    Porque según el rostro de la Modernidad
    la arena como la realidad,
    llena de ambigüedad se escapa
    como líquido en un escurridor,
    y el lenguaje no puede darle alcance.

    IV

    Tiempos vendrán, que sin prejuicios
    -intuye soñador el árbol-
    han de reconocer a cielo raso:

    sus raíces inversas.
    Sus hojas, perennes cisternas,
    frente a tiempos estériles
    verde y pulido escudo
    por si un día la luz reverberara,
    e igual que un telescopio,
    abierto hacia otros mundos,
    pudiera despejar ese espejismo:
    el mapa que regrese sus pasos
    al principio, y le muestre sin trampa,
    sus cartas, sus ríos navegables.


    V

    Un decir, sin decir, para no aclarar nada:
    por qué nadie pensó que las palabras
    inconexas, prosaicas,
    lanzadas inútilmente al aire,
    son cometa sin hilo y sin timón, cuya huida
    puede llegar a enloquecer,
    a quien persigue con algo recobrarse.
    Y así rueda un error pendiente abajo,
    sin frenos, ni posible retorno.
    Porque todos los tiempos tienen su tiranía.

    VI

    Allí, rostros disfrazados, que saben de la farsa,
    siguen insistiendo:

    que ellas no estuvieron allí, que ellos no fueron,
    quienes con signo anónimo pidieron,
    convertir su violado corazón,
    como a la mujer de la Antigüedad
    en estatua de sal, o en oscuras cenizas.

    VII

    Así no mirarán al pasado sus ojos.
    Así no cantarán la vileza que los muestra:

    en la canción del viejo coro,
    del único escenario, del teatro
    que finge develando,
    provocando a la hiena
    que hay en el hueco vientre del jinete,
    que impune se pasea, con un caballo ciego,
    por el circo del mundo


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