ALGA Revista de Literatura
nº68 - otoño 2012




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Campos de Soria
      de Edu Barbero

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    JOSÉ CORREDOR-MATHEOS

    JOSÉ CORREDOR-MATHEOS (Alcázar de San Juan, 1929). Licenciado en Derecho. Sus libros de versos han sido reunidos en Poesía 1951-1975 (1981) y Poesía 1970-1994 (2000), y posteriormente ha publicado: El don de la ignorancia (2004), Un pez que va por el jardín (2007) y Desolación y vuelo. Poesía reunida (2011). Autor de más de cincuenta libros sobre temas artísticos. Premios: Boscán de Poesía 1961, Nacional de Traducción 1984, Nacional d'Arts Plàstiques de la Generalitat de Catalunya 1993, Nacional de Poesía 2005 y Ciudad de Barcelona de Literatura 2007. Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

    ¿He de ir aprendiendo
    lentamente,
    siempre con el cuidado
    de saber dónde piso,
    o he de dar el gran salto
    sin saber hacia dónde?
    Qué vértigo, el vacío
    dejado por las cosas.
    No ver nada. Saber
    que no hay nada que ver,
    salvo saltar, saltar,
    de alegría o de angustia.

    Del libro Un pez que va por el jardín (2007)

    ¿La oyes?
    Es la música
    del poema que intentas
    escribir.

    Arrancar
    unos versos
    al silencio
    y sentir el vacío
    donde todo
    era árbol,
    cielo,
    pájaro.
    Plenitud,
    la de ser
    en el filo del viento.


    Oyendo
    Les gnossiennes,
    de Eric Satie

    Unas gotas de luz
    golpean suavemente
    las teclas del piano.
    Qué vana te parece
    aquella música
    que no es, como ésta,
    tan igual al silencio.
    Ahora que la música
    ha cesado,
    Eric Satie se vuelve
    y, en silencio
    que suena como música,
    sonríe.

    En silencio.
    No mudo: absorto.
    Ahora, a esperar
    que regrese, si quiere,
    la palabra.
    Y que allí donde brote
    florezca como un grito
    en el silencio
    que precede a todo
    cumplimiento.


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