ALGA Revista de Literatura
nº68 - otoño 2012




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Campos de Soria
      de Edu Barbero

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    GUILLEM VALLEJO

    GUILLEM VALLEJO FORÉS (Barcelona, 1962). Es doctor en filología clásica y profesor de lengua y literatura castellana. Es un autor bilingüe, ha publicado como poeta en castellano, los libros Las verdades imposibles (1ª edición, 1989; 2ªedición 1991) y Perfil sin sueño (1993. Premio Fundación la Carolina). En catalán ha publicado Mirall obert (1995; Premio Goleta i Bergantí). Su poesía ha sido antologada en varias antologías: Los nuevos poetas (1994); 10 de Barcelona (2008); El laberinto de Ariadna (2008); Erato, bajo la piel del deseo (2010), Las tardes del laberinto (2011). También ha escrito ensayo de crítica literaria. Dirige, como presidente y fundador, la asociación "Poesia en Acció", que promueve la antología poética Poesía solidaria (Poemes per a un món millor) de la que se han publicado ya trece ediciones.

    MIÉRCOLES DE FUEGO

    La ceniza de las palabras celebradas
    quedó en la estantería perdida de una esquina
    que el olvidó abrazó con trazo airado.
    Los campos de las letras no germinan,
    reposan de la guerra y de sus muertos.
    Cada palabra tiene sus luces y sus sombras.
    Mercurio es el mensajero de este día.
    Me habla del azar que nos ha unido,
    del cielo aún sin nubes del poema,
    de la grácil silueta del hallazgo
    que contornea en el viento sus secretos.
    Traigo estas manos pobladas de caminos.
    Y esta risa reciente borbotea
    en el rojo humedal de la mañana.
    Todo está por hacer en este día,
    pero un fuego de miércoles me dice
    que si la llama "arde"....
    ... es que hay que arder.

    Los espejos se pueblan de recuerdos.
    No hay mirada que acierte a contemplarlos.
    Vuelves de un viaje que sólo tú recorres
    y nadie detrás reescribe la nostalgia
    ni lanza palomas con letras mensajeras.
    Tiene rotas sus caderas la esperanza
    de tanto tiento, de tanta incertidumbre,
    y el perfil del aplomo lo interroga
    el beso interrumpido de la ausencia.
    Hoy los hijos son deshilachados hilos,
    días que olvida el mismo calendario,
    risas que el recuerdo dibuja en gris ternura
    con su pátina de amor impermeable.

    Y no hay mirada que acierte a contemplarlos.

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