Esta cárcel solitaria,
alada y silenciosa,
se lamenta de su sueño
profundo, mientras duerme.
Esta cárcel solitaria
se derrama levemente real
sobre el suelo, limpio y calmo;
se levanta esta cárcel y se despide,
y pensando su rosa celestial,
queda quieta.
Animal de soles oscuros
como un viejo anhelo
resucitar en el centro
de la sensación de un vivir verdadero,
animal disparado al cielo
como piedra amarga que hiere
a la soledad de todas las multitudes.
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