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PIEL DE LA INOCENCIA
Desbocadas viajan las letras
por el calendario de mi tiempo;
las atravieso
edificando barreras contra corriente.
Despierto en un sueño;
bailan mis pupilas
mirando la cúpula azul.
Me hablan los minutos que se ahogaron,
preguntan por qué corrí
dejándoles olvidados;
retorno hacia ellos, lustros atrás, los abrazo.
Tengo la piel suave de la inocencia.
Me tambaleo. Duermo. Despierto. Navego.
No escucho mi voz.
No existe mi almanaque.
No puedo sentir mi cuerpo,
pero estoy aquí
flotando en oscuras aguas placentarias.
Un camino en el fondo
vislumbra mis sin-días
¿será esa la luz de mi tiempo?
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PAZ
Gotas de lluvia, murmullos lejanos,
viento que gime, luces que se apagan,
silencio, ocaso.
Ocho letras se combinan oreando mi espacio. Descanso.
Música de fondo.
Repiqueteo de cuchara en mi taza de café. Paz
La noche me dio la mano
para imbuirme de misterio. La acompaño.
Duermo sin saber que duermo.
Viajo por mi sueño y te encuentro. Más paz
Te abrazo. Me abrazas. Despierto.
Tú estás a mi lado.
¿Cuándo llegaste, amor?, ¿con el canto del gallo?
Noté un beso en mis labios
durante mi viaje imaginario.
Mis caudales emborracharon. Volcán desatado.
Me dejo llevar por la embriaguez, imantada a tu piel.
Los dos ovillados.
Cesó la lluvia. El viento está en calma.
El sol risueño besa la mañana.
Locura de amor.
Paz en mi alma.
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