ALGA Revista de Literatura
nº67 - primavera 2012




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Borges
      de Federico Gallego Ripoll

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    ELVIO RENÉ

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA. Ver: http://www.poesiaalga.org/

    SOL NACIENTE

    (El Pacífico, 1944)

    Por una senda ingrávida de azul
    abro el espacio.
    Enjambre de libélulas
    con cabezas rugientes
    y gruesas alas de hierro
    me secundan.
    En mis labios perdura
    el ritual del licor.

    Abajo, muy abajo,
    una manada oscura
    rasga surcos de espuma
    en la piel del abismo.
    Ha llegado la hora
    de honrar al púrpura sol
    que mi frente sostiene,
    de recordar la carta última,
    de tocar con la mano el porvenir.
    Mi corcel, impaciente,
    da la espalda al fulgor del mediodía
    y desciende al infierno.

    La metálica bestia que depreda imperios
    me atormenta de fuego.
    Se abren pétalos negros
    que devoran el aire
    y atropellan mis venas.
    Ya el azul no existe.
    Las bocas circulares enmudecen;
    todo el presente cambia
    súbitamente al rojo.
    Dentro de un segundo
    voy a quebrar el lomo de mi presa.

    Pero yo no muero.
    Soy el cielo que cae;
    soy muro de la patria,
    jurado sobre el brindis.
    Soy un dios.
    Soy el viento divino.


    BORGES

    Atareado de hazañas y ponientes,
    la arcilla de su verbo lo colmaba,
    y el oro incomparable de su juicio
    alumbraba tragedias y lúcidos sabores.

    En la jaula tenaz de su memoria
    un leopardo cautivo lo acompaña,
    y la pluma incesante de Virgilio
    su frente hiere de versos magistrales.

    Gradualmente, las luces lo abandonan;
    un fatalismo oscuro lo acomete,
    y el oleaje incoloro de las calles
    lo despoja del alba y de la tarde.

    Por los ciegos rincones de la casa
    evoca el respirar de tantos mares,
    proas, tigres, otra Eneida,
    Troya hundida y el Vesubio ardiente.


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