MERSAULT DISPARA
A l'horizon, un petit vapeur est passé
et j'en ai deviné la tache noire au bord
de mon regard, parce que je n'avais pas
cessé de regarder l'Arabe.
Albert Camus
Si hay en el iris
una mancha ligera sorprendida
sin otro blanco que su urgencia azul,
y enfrente un rostro estremecido espera
la furiosa descarga de la muerte,
también indiferente el mar disuelve
la mirada en su fuga del momento
fatal.
Es el destino
siempre por escribirse, más allá
de su ámbito en el doble desenlace
de expirar y saber que la aventura
se incumple en la tersura de la página.
Y en vilo quedan
la estela de la nada y las figuras,
un ausente extravío
y el temblor en las sienes:
la lectura.
Del libro
Señales en la nieve (Barcelona, 1995)
CODICILO PARA UN DUELO
Las flores cuyos nombres olvidamos,
esta conversación que mantenemos
y el silencio por el que discurrimos
son la ilusión del tiempo que sumamos,
la anamnesia de a qué pertenecemos
y el ser que, si presente, inadvertimos.
Somos el eco en curso hacia la ausencia
de imágenes con alma, la conciencia
de una vida que apenas intuimos.
De la antología
Travesías del Ausente (Barcelona, 2006)
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ALASKA
El hielo es aún más duro allá en las cumbres
sin árboles del norte de las nieves.
Donde sólo algún grajo
perdido mancha el aire
y el hachazo retruena en el vacío
lejano de algún valle.
Debajo de la capa diamantina
discurre el agua
virgen y, al fondo a ráfagas,
vista y no vista.
Donde la voz resuena hasta doblarse
partida en ecos que, de un monte a otro,
puebla la soledad de los tramperos.
Donde la tierra es todo el patrimonio
sin más riqueza que cavarla a fondo.
A fondo, a por la base diamantina
de una codicia en lucha con el hielo
que ha de astillar el filo de las hachas.
A fondo, hasta perderse por los túneles
ignotos de los osos invisibles
bajo el alud compacto de las nieves.
A fondo hasta encontrar Alaska,
y admirar a los bravos pioneros
frío, cumbres hostiles, soledad
que son la joya de lo capital:
hacer dineros.
Del libro
No hay que volver (Barcelona, 2003)
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