ALGA Revista de Literatura
nº66 - otoño 2011




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Redacción:

  • Xavier Carreras
  • Ignacio Gamen
  • Susana Lastra
  • Elvio René
  • Jorge Stoysich
  • Enric Velo


  • Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • In Focus (4).
      de José Javier González.

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    IGNACIO GAMEN

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA. Ver: http://www.poesiaalga.org/

    VIAJE HACIA EL AGUA DE LA VIDA

    Viaja lejos del arroyo amargo hacia el agua de la vida;
    regresa del vestíbulo al alto asiento del alma.
    RUMI 

    IV          En la mezquita azul

    Se acuclilla en la puerta
    un anciano de barba descuidada
    y rostro roturado;
    sus ojos, quizá ciegos,
    se pierden en la luz; los labios, mudos;
    se enreda entre sus manos
    un rosario, reloj que desgrana
    -sincronía perfecta
    de índice y pulgar-
    el tiempo que transcurre cuenta a cuenta.

    En el patio vacío
    cristaliza la luz, la piedra es oro
    labrado que la abraza:
    grácil joya en la cual
    las miradas y el tiempo se detienen.

    Sólo la letanía
    que gotea en la fuente de abluciones
    y el rosario que cuenta
    en tu mente disuelven
    la torpe sensación de eternidad.

    Pero ella está a tu lado;
    irónica tal vez, sonríe al verte
    tan serio y presuntuoso.

    De la mano, os sumís
    en el flujo cansino de turistas
    que os arrastra hacia el atrio.

    Cruzas la puerta y un oh amortecido
    asciende hacia la bóveda
    como nube de incienso:
    ¡Alá es grande, y misericordioso!

    Así pensó el sultán
    Ahmed, y Sedefkar, su arquitecto,
    y cientos de alarifes,
    vidrieros, ceramistas,
    albañiles, canteros y calígrafos
    que aplacaron su ira
    forjando un espejismo, una réplica
    de su celeste bóveda
    donde Alá se complace
    con el rezo sumiso de sus fieles descalzos.

    Un rancio hedor impregna
    el aire y se espesa en tu cerebro.
    Te sientes mareado
    y sientes que una fuerza
    te expulsa sin piedad del paraíso.

    V          Santa Sofía

    Dejas atrás los jardines, las fuentes,
    la luz del sol; sorteas herramientas,
    escombros y sillares; atraviesas
    la oscuridad del atrio y te estremece

    la sepulcral penumbra en que se mecen
    haces de luz que filtran las vidrieras,
    la decadente inmensidad de piedra,
    el oro que amortaja las paredes.

    Es lóbrego alcanzar la galería
    y lúbrico sentir cerca la cúpula,
    su luz y su poder: vano espejismo.

    Atada a cuatro picas y exhibida
    como fiera de circo ya caduca,
    dormita y mira al mar, su amor de siglos.


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