ALGA Revista de Literatura
nº65 - primavera 2011




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Redacción:

  • Xavier Carreras
  • Ignacio Gamen
  • Susana Lastra
  • Elvio René
  • Jorge Stoysich
  • Enric Velo


  • Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Esquarterada (2010).
      Ferro i roba, mides canviants
      de Maïs (Marisa Jorba).

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/
    LUISA MIÑANA

    Barcelona, 1959. Reside en Aragón. Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza, se dedicó durante varios años a la investigación en Historia del Arte (en concreto a la escultura del siglo XVI aragonés), con más de veinte trabajos publicados de esa materia. Es autora de la novela Pan de Oro (2006), el libro-blog La arquitectura de tus huesos (laarquitecturadetushuesos, 2008-2009), el poemario Las esquinas de la Luna (2009). Ha sido incluida en la antología "Yin. Poetas aragonesas 1960-2010".

    Portieri di notte (Fragmento)

    Los insomnes no tenemos salvación. Oímos toda la noche el ruido infinito de la autopista, machacando nuestro propio ritmo cardíaco, como una cadena o el aire acondicionado de los hospitales que transmite la enfermedad, como el motor ahogándose en un barco en el puerto.

            ¿De qué batalla no volví?
    (…)

    Los insomnes estamos destinados a amarnos como locos hasta la muerte entre nosotros. Sin descanso. Atados a los mástiles o colgados de las norias, donde la gravedad es más intensa. Me mareo. Quítame tú las ganas de quedarme sin estómago. Seré feliz, seré feliz si me alimentas con tus dedos mientras giras en torno a mi deseo in la notte.
    (…)

            Los insomnes nada más podemos hacer que sobrevivir a todas las guerras y escuchar, con un poco de suerte, la lluvia cuando cae mansamente.

    Invocación a la sombra1

    No es mi sombra muy larga. Camina tras de mí dos o tres pasos.
    Pero no me conoce. Habita mi casa y comparte la tarde
    por las innumerables tiendas del centro
    de la urbe, encogiéndose temerosa del tráfico a mi lado.
    No habla.
    Me tira de la falda si se aburre de mí.
    Juega conmigo y en la noche resopla encaramada
    como un gato al cabecero de mi cama. Pero no me conoce.
    Si lo hiciera, no dejaría que hablara a solas siempre
    delante del espejo, enloqueciendo.

    (1) Antiguo rito de brujería que se practicaba con finalidades amorosas.
    Lo describe bien María Tausiet.

    Del libro Las esquinas de la luna (2009)

    Parábola de la mujer en el balcón

    Antes plantaba flores. Cultivé geranios media vida como si fueran a salvarme de algo.
    Los cuidé casi igual que a mis hijos. Ahora riego esta antena
    parabólica, con más mimo aun si cabe, para que crezca y me proteja
    de la desgracia como la carpa de un circo.

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