NADA
I
Si dejamos flotar en el olvido
la belleza del cuerpo deseado;
si el ritmo de la sangre serenamos,
el temblor de las venas, los latidos;
si a la piel, de otro cuerpo suprimimos
el mensaje de amor por el contacto;
si el calor entrañablemente humano
de nuestra blanda carne invade el frío;
si apagamos la luz del pensamiento,
sus ideas sublimes o livianas;
si aclaramos la bruma del misterio:
puras y solas quedan las palabras
-metalenguaje /vida/, /amor/, /ego/-
sin vida, sin amor, sin ego: nada.
II
Has buscado en tus adentros
algo noble que expresar:
un gemido, un suspiro,
una luz.
Y en el fondo de tu espíritu
sólo encuentras un vacío,
una nada que da miedo,
una fría soledad
que repite con el eco
de su bóveda infinita:
nada, frío, soledad.
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