ALGA Revista de Literatura
nº63 - primavera 2010




Dirección:
  • Goya Gutiérrez

    Redacción:
  • Susana Lastra
  • Xavier Carreras
  • Ignacio Gamen
  • Enric Velo

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Estany de laminació, UPC/PMT (Castelldefels). Fotografía de Enric Velo

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Páginas centrales

    TALLER DE LITERATURA

    VIRGINIA LUCAS, (Montevideo, Uruguay, 1977), es poeta, performer, profesora y ensayista. Ha publicado los poemarios "Épicas Marinas" (2004) y "No es de acanto la flor en piedra" (2005). Ha sido traducida al catalán, al inglés y al portugués. Su último libro "Amé.Rica tu valor de cambio" será de próxima aparición bilingüe en Nueva York. Como ensayista obtuvo el Máster de la tesis "Gioconda con bigotes: montaje en Alejandra Pizarnik" y ha publicado la compilación de ensayos junto a Diego Sempol "Orsai: género, erotismo y subjetividad". Actualmente trabaja como Asesora en Letras del Ministerio de Educación y Cultura, y dicta cursos de Literartura Latinoamericana en la Facultad de Humanidades (UdelaR) de Uruguay.


    Tres poetas uruguayos de nuestro tiempo

    Selección y notas de Virginia Lucas


    Teresa Amy

    Alfredo Fressia

    Circe Maia










    ALFREDO FRESSIA

    Alfredo Fressia nació en Montevideo (Uruguay) en 1948. Profesor de Literatura, se desempeña también como periodista cultural en diversos medios internacionales. Es traductor de poesía brasileña al español. Desde 1976 reside en São Paulo. Su obra poética incluye los títulos: Un esqueleto azul y otra agonía (1973); Clave final (1982); Noticias extranjeras (1984); Destino: Rua Aurora (1986); Cuarenta poemas (1989); Frontera móvil (1997); El futuro/ O futuro (1998); Amores impares (1998); Veloz eternidad (1999). En México ha publicado Eclipse. Cierta poesía (1973-2003) en Alforja (2006) y Destino: Rúa Aurora (2007).

    Controversial, homoerótico por momentos, barroco por otros, la desterritorialidad lingüística de este poeta busca impulsar la impronta del poema. Como Fressia señalara "Soy un poeta en lengua española de un país periférico de América del Sur y vivo por opción en otro país periférico de América del Sur, de una lengua diferente, la portuguesa. Por así decirlo, me exilié en otro exilio. Construí una obra cuya estética, si tuviera que darle un nombre, se podría denominar estética de la "exclusión".

    HOY

    Hoy tengo las manos de cristal
    para quebrarlas, para rajarme
    el pecho frágil y seguro
    esplendoroso brillo que me ciega.
    Planetas extraviados, hoy tengo
    las rodillas breves, a caerse de su órbita,
    a girar el grado que no existe, esta
    perdida playa de un verano, el sexo
    estéril, longitud de vidrio,
    latitud de pocas horas son las médulas
    y un amante de sal
    me brota por los ojos
    y me quiebra.

    TARJETA POSTAL

    Vista nocturna del centro
    de Montevideo, no reconozco el aire
    violeta de las calles, pero una dura
    amatista de memoria, y presa
    resistente de los días.
    No moriré en Montevideo,
    pero las manos me enseñan el camino
    al trompo quieto que giraba en el mundo
    (la vista nocturna del tiempo de mi infancia).
    Pero las fotos declaradas y la fe
    amarilla en los cajones, irreconocible
    vista nocturna encima de la cama, inverso
    el mundo, en otro idioma, un trompo
    de mentiras: los ojos siguen presos a la dura
    memoria de otros días.

    BÉSAME MUCHO

    Así: él, que tanto me había amado
    se casó con ella
    pero me dejó por otro.

    ¿Qué te hice después
    que no me olvido?

    PLACE DES VOSGES

    Futuro era el de antes, el del tiempo de mis quince años.
    Todas las noches me gasto las suelas de los zapatos
    caminando, hacia la plaza Matriz, y me siento a esperar el
    futuro. Vení, comprá manies con chocolate y sentate. Las
    mujeres que fuman ya me conocen. Yo no, todavía no me
    conozco. Y tampoco miro a nadie, ni a nada. Como maníes
    con chocolate. ¿Espera a alguien? Sí, al futuro. Respiro
    hondo, sentado al lado de la Catedral, de espaldas a la
    calle Sarandi. Todas las noches soy asiduo y puntual. Sé
    que cuando el futuro aparezca, vendrá volando por atrás
    del Cabildo. Una ráfaga, y yo lo atraparé en mis pulmones
    y me llevará leve como un globo, lejos de la plaza. La
    noche está fresca, llovió de tarde. ¿Y hoy, llegó? No, debe
    estar atrasado, viene de muy antes. Los maníes con
    chocolate me pesan como una piedra. Y me miro los
    zapatos, desamparados.

    LOS EMIGRADOS

    Mandamos decir:

    No pasa nuestra historia por la húmeda
    Galicia de las madres ni conoce al padre
    su Lombardía alcohólica. Los días
    se habían exiliado en su orden de partida
    y nunca fueron nuestras las líneas de las manos.
    La bahía en que la madre pobre nos nació
    de cara al mar para mejor aprender el abandono
    nos sube todavía hasta los ojos y el pasado
    tramaba desde siempre la futura
    geografía del polvo sin idioma.
    Tampoco se arrepienten las cifras del dolor
    ni es nuestro inverso correo de las sombras
    veladas en las fotos que nos borran
    la cara del planeta.

    CIRCE MAIA

    Circe Maia nace en Montevideo (Uruguay) en 1932. Escritora, docente de filosofía, traductora del inglés, del francés y del griego moderno. Estudió Filosofía en el Instituto de Profesores Artigas y en la Facultad de Humanidades. Desde 1962 reside en Tacuarembó (Uruguay). En 1978 fue destituida de su actividad por la dictadura militar uruguaya. Sus libros son: En el tiempo (1958); Presencia diaria (1964); El puente (1970); Cambios, permanencias (1978. 1990); Dos voces (1981); Destrucciones (prosa, 1986); Un viaje a Salto (prosa, 1987. 1992); Superficies (1990). Tradujo a Kavafis, Ritsos, Elytis, etc.

    Su obra reunida recientemente editada pone de manifiesto a una de las poetas más importantes de Uruguay. Como ha escrito el recientemente desaparecido Mario Benedetti, Circe tiene una particular intuición para comunicarse con sutiles matices de la cotidianidad. No vacila ante el sacrificio de ciertas imágenes. Su verso se mueve con gusto entre las cosas.

    ESCALONES

    Cambios pequeños y tenaces.

    Bajo el cielo ya un grado
    de luminosidad o de tibieza.

    Ha caído más polvo sobre el piso o la silla.

    Pequeñísima arruga se dibuja o se ahonda.

    Hay un nuevo matiz en el sonido
    de la voz familiar (¿Lo notarías?)

    En un coro confuso de entreveradas voces
    faltan algunas, otras
    aparecen.

    La misma
    suma total: no hay cambios.

    Millonésima ola golpea
    millonésima roca
    y el degaste
    imperceptible y cierto
    avanza.

    I

    Nos llaman. Llaman de todos lados
    voces, tareas.
    Desde los patios, calles, ventanas
    se alzan las voces
    agitadas, dispersas.

    Tela, tela del día.
    Antes eras un lienzo de color indeciso.
    (Decíamos: qué haremos
    qué haremos de esta noche
    esta luz, este tiempo?)

    Ahora tienes siempre
    un decidido corte y un color definido
    Eres como un vestido
    para usarte y gastarte.

    Tela, tela del día,
    luz hilvanada en fuertes
    trabajosas puntadas
    cuando por fin de noche
    se sueltan tus costuras
    flotas ante los ojos
    -ya por dentro del sueño-
    flotas, te sueltas, caes.

    II

    Y sin embargo pueden
    los pilares del día
    armarse, sostenerse
    como un solo dibujo
    de entrecruzadas líneas.

    Puede haber mañanas
    de blanca luz sin prisa
    en que los ruidos claros
    del agua y de la loza
    bajan hacia el callado
    centro del mediodía.

    Movimiento de pasos
    una pregunta, un gesto
    se envuelven, sostenidos
    por hilos de luz viva.

    TERESA AMY

    Teresa Amy, poeta y traductora nacida en Montevideo en 1950. Siguió cursos de traducción de francés a nivel profesional, de lingüística en la Facultad de Humanidades, y de traductora en la Universidad de la República (Uruguay), así como el curso de lengua y gramática checas para extranjeros en la Universidad Karlová de Praga, ciudad en la que vivió un año. Se desempeñó como docente de idioma español y de francés en la Universidad del Trabajo del Uruguay.

    Publicó los libros de poesía Corazón de roble (1995), Retratos del Merodeador y otros poemas (1999), Cuaderno de las islas (2003) y Cortejo Mínimo (2005).

    La editorial Ácrono de México publicó su traducción: La más larga de las noches en colaboración con Alfredo Infanzón, de la obra del poeta checo Jan Skácel en 2002.

    En 2003 esa misma casa mexicana editó su traducción, en colaboración con Lazar Manojlovic, de Lamento por Belgrado, del poeta serbio Milos Cernianski. En su libro Cortejo Mínimo se incluye la traducción de Salón de la luna, del escritor macedonio Vlada Urosevic. Actualmente prepara (en colaboración) otras dos traducciones: una antología de poesía macedonia y una antología de poesía checa actual.

    Señala Alfredo Fressia a propósito de la obra de Teresa Amy que la polifonía signa el universo escritural de la uruguaya, junto a la "tradición en diálogo con el Este europeo, junto al barroco del concepto, y la voz de la erudición.", podría añadir la exploración de un espacio sentido permanentemente ajeno y poseído solo por el acervo corporal de la palabra en el poema, de estas pérdidas y desasimientos nutre Amy su universo sígnico en la producción de una obra todavía no descubierta en su esplendor.

    SAUDADE DE KNOSSOS

    a Alfredo Fressia

    el rey Minos mandó pintar los frescos del príncipe y de
    la rosa moderna, rosa magenta, rojo cereza
    marfil japonés de María, Blue moon, Altissimo,
    Masquerade, Bucaneer amarilla, Parade,
    Hansa, Souvenir de Léonie, ramilletes de Cécile Brünner,
    Viennot sombreada : Híbridas de Té, aprovechan
    las mutaciones con un tallo muy largo, trepadoras antiguas,
    costeras, cortesanas, achatadas, heredadas rosas antiguas
    de robusta floración damasco aparecen a raíz desnuda,
    los vientos fuertes les quiebran las ramas, los deseos,
    en la arena gruesa se descomponen, en los conos,
    injertos y trasplantes, se ve un pedazo de pie (silvestre)
    En la Biblioteca del Emperador (entre seiscientos libros
    sobre rosas), sobre la representación de la rosa, en
    la estación de variedades de la Malmaison
    también está la rosa putrefacta de la herida
    la rosa de Hiroshima
    la bella rosa audaz, ilícita y estéril amada del poeta

    PALABRAS EN LA ESTUDIANTINA

    a Eduardo Faget, in memoriam

    - ¿baila? -
    y adelantás el cuerpo
    para que no me niegue
    tensa percibo
    olor a brea mezclado con perfume
    un cuello de camisa clara, mangas cortas
    vestido a lo paisano, pienso,
    y Xandre que había dicho
    arrastrando con un dejo de envidia:
    "la gente de zapatos blancos
    baila bien"
    miro la llama de la vela, arriba
    en la capilla cavada en la pared
    no es momento de pensar, pienso,
    quién habrá ofrecido ese conjuro
    para atraer qué sed
    (esta noche voy a preguntarle
    a Eduardo);
    ponés las manos impacientes
    en la mesa,
    me levanto y estiro la falda
    en la cadera:
    en cuanto a vos
    no te mimetices nunca,
    me gustan a muerte tus zapatos.

    POSTAL

    " y tú ? "
    Único texto (de la tarjeta)
    Me cuestiono - a veces ando
    cuestionando -
    me - que no dice " y vos ? "
    y que la diferencia
    está en dos copas
    de vino:            uno para la noche, chambré,
    otro picante (y pálido); en dos
    guantes:          uno en la mano que me
    obliga la nuca, y
    otro que me alisa el vello
    de la cruz; en
    dos niñas:        una que salta a la cuerda (cuando
    paso), otra que se chupa
    la mano en silencio. Y me mira. En
    el reverso, un brazo desnudo entra
    en los pliegues de un sillón. Sin remitente. Razón
    de más para no contestar -
    te.

    UNA PELÍCULA DEL ESTE

    fue altísima,
    un torbellino sostenido de escorpiones
    al centro debatiéndose y débil ya
    por la succión en los muslos las piernas
    formidables cazadores ajustaban las ligas como
    a través de un tul petrificado pasaban
    las imágenes ¿sería para siempre?
    ¿sólo esa noche? ¿la doble condición de casa y sangre?
    ¿muda? No había cañaveral hacia abajo ni
    piedras firmes ni agua bendecida:
    un estertor se disolvía y escapaba cada vez más fuerte
    desde donde veía con tanta sed la copa: la medida del duelo
    el hilo de un reflejo que iba penetrando
    sin importar ya nada ya lejos sin remedio