____________ FRANCISCO COBACHO _____________
A TI
Ahora tus cabellos
se inclinan hacia atrás.
Tu frente queda cegada ahora
por un rayo de luz penetrante.
Tus ojos
recogen esa hada hecha de luz
y la convierten en belleza.
Esto sucede,
si mis manos acarician tus cabellos
y suavemente los apartan de tu frente.
Es así, que...,
entre pensativa, tú
me miras sonriente
y te extrañas cuando te digo...
Tu frente se ha vuelto luminosa,
tus ojos son más grandes y más negros.
Pero tú no crees lo que digo,
piensas que estoy adulándote.
Mas en el momento ese,
en el instante de las caricias,
estoy amando
y estoy sintiendo la dulzura de tu semblante,
de tu luz, misteriosa y cauta.
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