____________ IGNACIO GAMEN _____________
Y TE QUEDAS MIRÁNDOLO
A Martí, cuya sonrisa me renace
En la noche, cual roca
envuelta entre tinieblas, aparecías
como una sombra inerte,
tan yerma y desolada
que en ella ni las aves nocturnas anidaban.
Acaso fue el temblor
de las flores de almendro, acaso fue
la claridad de un alba
que se anunciaba tímida
detrás de un horizonte, desorientado ocaso.
Tu corazón, quizás,
-hoy fría escoria, ayer brasa candente-
o tu mente, tal vez,
-antaño aguda garra,
sereno espejo ahora- desconfiaron incrédulos.
Pero se ha hecho la luz,
cual prodigio en tu ocaso consumado,
y aparece tras ella
un sol que te sonríe
y sorprende tus pupilas a la noche avezadas.
Tu corazón se entibia
y tu mente descubre que el almendro
está en flor y que bullen
insectos en su entorno
y hay pájaros que saltan cantando entre sus ramas.
Y te quedas mirándolo,
y el aire que respiras es un MAR
de nuevas sensaciones
y deseos de vida
que nacen de su cuna para TI.
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