GERARDO GUAZA
MANOS DE LUZ
A todas las mujeres que he amado,
aunque fuera fugazmente.
A Miguel Hernández, por prestarme un verso.
L
a luz es un oscuro
objeto del deseo,
acaricia las cosas
a veces con el tesón infantil
del mediodía,
otras con la ternura
del alba y el ocaso.
Pero nunca te olvides
de mi pericia en lunas,
de mis manos de luz
que hacen de tu cuerpo un rescoldo
que alumbrará mis soledades
hasta el fin de mis días.
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