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GERARDO GUAZA
DONDE LA NOCHE ABREVA
Para Virginia
Son tus ojos dos pozos donde abrevan
las noches. Las estrellas los encienden
y de ellos brotan brasas que me queman
después de golpear el hierro ardiente.
Y tu piel bronceada por la espuma
que recuerda el ocaso en una playa
me buscará después bajo la luna
al lado de una barca solitaria.
Viniste de una tierra muy lejana
y navegaste el mar de punta a punta
para entornar un canto de esperanza.
Tus ojos y tu piel y tu distancia
son parte de una estela caprichosa
que vara en esta costa hospitalaria.
PIEL OLVIDADA
Es ya la juventud piel olvidada
en mis manos gastadas por el cierzo,
pero al verte recuerdo
el frescor de la hierba
y el rayo vespertino
que atraviesa las hojas de los álamos.
Pero no olvides nunca
el susurro de la clepsidra
que sonriendo separa
tus labios y los míos
en un beso imposible
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