Revista Alga nº54 - Otoño 2005

Sumario »
http://revistaliterariaalga.com/

Taller de Literatura

Interesados en dedicar uno de nuestros "Taller de Literatura" a la poesía visual, hemos pedido a Gustavo Vega que nos confeccionara sus páginas presentando en ellas algunas ideas definitorias o clarificadoras de aspectos un tanto confusos de esta área creativa y cuales son las principales formas o tendencias del momento actual; todo ello ilustrado con obras de su propia creación.

Vega es uno de los máximos exponentes de esta área creativa, tanto en su dimensión de creador como de teórico. Precisamente la tesis con la que se doctoró se titula Poéticas de Creación Visual en España, 1970 - 1995.

Poéticas de Creación Visual, hoy

por Gustavo Vega

(N.E.: Todas las ilustraciones de este artículo son creaciones del propio autor. Está expresamente prohibida su redistribución y reproducción sin previo y expreso consentimiento del autor)

Cuando murió Joan Brossa, el autor de poesía visual más reconocido en toda España, y ante la profusión de comentarios periodísticos generados por tal defunción, muchos se preguntaron ¿qué es eso de la poesía visual? Hoy, ya pasados algunos años, el término ha sido ampliamente divulgado, pero no suficientemente aclarado su contenido. En general, la poesía visual ha sido académicamente poco estudiada y reconocida, a pesar de que su historia se pierde en los tiempos, de que puede ser seguida desde la antigua Grecia -por no remontarnos a épocas aún más remotas- hasta nuestros días.

Son una minoría los conocedores de la historia e incluso de la existencia de los carmina figurata, por poner un ejemplo de forma antigua. No obstante, ha habido alguna excepción a tal olvido; por ejemplo, las vanguardias históricas -Futurismo y Dadaísmo- que, aunque con adjetivaciones propias -escritura en libertad, veladas futuristas…-, realizaron creaciones próximas a lo poético visual; o el caso particular de Joan Brossa.

Cuándo

La creación poético-visual no es un invento de nuestro siglo, como algunos creen, sino que se pierde en los tiempos. La poesía, sea en forma de vivencia o en forma de expresión, nació con el ser humano, y éste nació con ella -Poéticamente habita el hombre la tierra, escribió Hölderlin-. La creación poética en general y, con ella, la creación poético-visual se hunde en aquellas épocas arcaicas -y arcanas- en las que el hombre empezaba a ser, en las que el homínido comenzaba a humanizarse. Es posible que naciera al mismo tiempo como oralidad y como visualidad -como gestualidad y, posteriormente, como grafismo-. Y tan sólo mucho tiempo después -muy recientemente en la larga historia del ser humano- se convirtió en escritura, en poesía escrita.

Qué es

Actualmente se llama poesía visual -yo prefiero decir poéticas de creación visual para evitar confusiones- a ciertas formas de creación poética basadas en recursos visuales. Incluyo en tal denominación desde el caligrama -que ya fue cultivado por los griegos- a formas de hacer que han ido apareciendo en los últimos tiempos en relación con algunas tendencias actuales de carácter neovanguardista y también en relación con el desarrollo de las nuevas tecnologías.

Tales poéticas abarcan toda una amplia gama de procedimientos que van desde los que son estrictamente lingüístico-escriturales a formas de creación plástica cuyos elementos funcionan como semantemas o referencias metafórico poéticas. Es en todo caso esencial en ellos el hecho de ser captables por los ojos.

Son formas poéticas relacionadas con el lenguaje o su representación, la escritura. Sea utilizando elementos propios de la escritura -la letra, el texto...- o bien utilizando otros elementos -objetos, formas plásticas...- que funcionan como analogías de la escritura o como elementos sustitutivos o complementarios de la misma.

He de advertir que utilizo deliberadamente la denominación poéticas de creación visual -más general y ambiguo que, por ejemplo, el término poesía visual para referirme a toda composición poética basada en recursos de tipo visual. Se trata de formas de hacer que a lo largo de la historia han recibido diferentes denominaciones desde las más antiguas como las referidas tecnopaignia o carmina figurata, denominadas caligramas a partir de Apollinaire, a otras más recientes como concretismo, letrismo, poesía experimental, semiótica y, entre otras muchas, poesía visual.

Para ser poesía visual ha de ser poesía

Dado el panorama caótico de la poesía visual en el que coinciden una gran falta de estudios y análisis con una muy dispar variedad de realizaciones, y una terminología no suficientemente consensuada, así como la utilización indiscriminada de algunos términos, es necesario delimitar éstos y hacer más de una aclaración. Esto fue uno de mis propósitos al iniciar mi tesis doctoral: Poéticas de Creación Visual en España, 1970 - 1995.

Y lo primero que hemos de decir es una verdad de Perogrullo, que la poesía visual, para ser tal, además de visual ha de ser poesía. Y subrayando la adjetivación "poesía", término que -al igual que otros, por ejemplo "arte"- en ocasiones plantea problemas tanto en lo que se refiere a su definición como a su utilización y, más aún en el área de lo poético visual que está menos consensuada. En mis estudios he tenido que recurrir a dos valores siempre discutibles: la objetividad de las obras -sus cualidades objetivas- y la intencionalidad del creador -lo que suele estar en relación con el talante general e intencionalidad del conjunto de la obra de un autor-. Valores que pueden ser discutidos, sobre todo el segundo. No obstante, considero descartables de la consideración de poesía visual a muchas obras presentadas descaradamente como poesía visual por autores sin demasiado genio o exigencia creativa y que, pese a la intencionalidad, difícilmente pueden ser consideradas como obras poéticas y difícilmente satisfacen a un receptor mínimamente exigente. Y, viceversa, pueden ser tomadas como poéticas obras de algunos autores -artistas plásticos, algún fotógrafo, etc.- que habiendo estado realizadas con una intención meramente artística, sin una intencionalidad poética expresa, reúnen unas características tales que las hacen merecedoras de ser consideradas como auténticos poemas visuales.

Una confusión muy frecuente consiste en identificar la poesía visual con otras actividades de su entorno. Tal es, por ejemplo, el caso del Mail-Art o Arte por Correo, ámbito creativo al que hemos acudido con mucha frecuencia los poetas visuales con obras y que, si bien, algunas pueden ser tenidas como poemas visuales no es extensible tal calificativo al conjunto de las obras de los mail-artistas.

Interdisciplinariedad

Una de las principales características de las poéticas que nos ocupan es su interdisciplinariedad, ya que se fundan frecuentemente en la conjunción de disciplinas diversas, fundamentalmente de la literatura con sus metáforas poético lingüísticas y de la plástica. Ello, además de otras posibilidades como expresión corporal, nuevas tecnologías, etc.

Un poema de carácter visual es, en mayor o menor grado, pero siempre al mismo tiempo, imagen literaria e imagen visual a la vez. Claro que hay algunas creaciones poéticas que caen tan de lleno dentro de una de dichas dimensiones, alejándose de otras, que tal caracterización puede quedar un tanto en entredicho, relativizada o, al menos, necesitada de algunas distinciones. Tal sucede, por ejemplo, con el acróstico que apenas toca la dimensión plástico-visual o, por el contrario, con el poema-objeto en el que la dimensión lingüística puede llegar a ser más una referencia metafórica que una realidad patente.

En todo caso, hemos de subrayar que la conjunción de la dimensión lingüística y de la dimensión visual es tal que deviene esencial y constitutiva del ser de la obra. Aunque en algunos casos sea posible, generalmente es muy difícil o totalmente imposible discernir sobre donde empieza un área de actividad y dónde termina la otra. No se trata, por tanto, de una conjunción accidental y complementaria de dos disciplinas, ni tampoco de la subyugación de una forma de expresión artística a otra como, por ejemplo, sucede en el caso de las ilustraciones de textos poéticos por medio de dibujos o fotografías.

La interdisciplinariedad en las artes es un fenómeno que, de una o forma u otra, se ha producido siempre. ¿Qué es la ópera, sino una mezcla de música, texto y escenografía? Pero es sobre todo en nuestro siglo cuando, al hilo de búsquedas y experimentaciones de nuevas formas en todas las áreas de lo artístico y de lo poético, la eclosión de híbridos y formas interdisciplinares ha tendido a generalizarse. El carácter interdisciplinar de las poéticas visuales está muy ligado a un factor particularmente nuevo que queremos subrayar, el desarrollo de las nuevas tecnologías.

Procedimientos

Los actuales creadores de este tipo de formas utilizan una amplia gama de procedimientos que van desde los que son estrictamente lingüístico-escriturales a otros de creación visual en los que sus elementos funcionan como semantemas, como referencias metafórico poéticas. Es decir, realizan creaciones que unas veces son exclusivamente textuales, otras exclusivamente plásticas -sean pictóricas, objetuales, escultóricas...- y otras que son mixtas. Siendo, en todo caso, esencial en ellas el hecho de ser captables por los ojos.

Poemas texto visuales discursivos

Podemos considerar como poemas visuales texto-discursivos, a las formas poéticas textuales creadas para ser vistas. En ellas -aunque pueden ser solamente escuchadas- hay aspectos que han de ser vistos para mejor captar el sentido general de la composición. Así, por ejemplo, puede haber grafismos significativos, letras, partes del texto tipográficamente distintas, etc. Podemos incluir en este punto poemas figurativo miméticos -los clásicos caligramas, carmina figurata, etc.-, y poemas figurativos no-miméticos, que pueden ser de formas abstractas -geométricas y regulares o irregulares- con diferentes sub-apartados que ahora no citaremos, y también poemas discursivos con incrustaciones visuales, poemas simultaneístas, acrósticos y a otros.

Es de destacar entre estas formas al caligrama, una forma de hacer que se remonta al esplendor de la antigua Alejandría -Simias de Rodas...- y que, aunque cultivado en todas las épocas históricas posteriores, fue reinventado por Apollinaire a principios del siglo XX. Los futuristas, entusiasmados con lo que creyeron el invento del siglo en materia de poesía, evolucionando sobre las propuestas de Apollinaire, se dieron a la práctica de lo que llamaron palabras en libertad, procedimiento con el que también pueden emparentarse algunas creaciones actuales.

Dentro de este apartado de poemas texto-discursivos podemos también hacer mención a la existencia de algunas realizaciones -pocas y muy esporádicas- de poemas simultaneístas, cuya tradición se remonta a las vanguardias históricas, y de poemas acrósticos, que ya fueron muy cultivados en el medioevo y en el barroco. Por poner un ejemplo de ambos, entre los primeros podemos citar por ser muy conocido, aunque se remonta a los años 60, al poema titulado Custodia de Octavio Paz, en él una serie de conceptos se van contraponiendo, a la vez que simultaneando, generando una forma que es al mismo tiempo cerrada y hueca. Y, como ejemplo de acróstico, podemos hacer mención a un poema de Albert Ràfols Casamada dedicado al poeta catalán J.V. Foix cuya composición está realizada a partir del nombre del mismo

Flamegen les vivències, les paraules

A San Juan de la

Ahogado en Tú, mar, mi mar

Poemas texto visuales no-discursivos

Pero hay otras formas de hacer en las que el texto poético, dejando de ser discurso, pierde su temporalidad y se espacializa. Son lo que podemos denominar, para distinguirlas de las anteriores, formas poéticas texto-visuales no-discursivas. Entre ellas, es posible considerar las poéticas concretistas y espacialistas llegadas a nosotros desde mediados del siglo XX, así como otras en las que el texto puede quedar reducido a una sola o a muy pocas palabras -tal sucede en algunas formas de carácter ideográfico- o a creaciones escritas que -perdido el texto- se fundamentan en las cualidades del cuerpo de la letra -letrismo, poéticas grafistas y tipoletristas-.

El concretismo surgió en los años 50, pero aún perdura hoy día de la mano de algunos creadores como, por ejemplo, Corpá. Nació en Brasil, 1952, en torno a la revista Noigandres, siendo sus principales artífices Augusto y Heraldo de Campos y Decio Pignatari. Estos, asumiendo una serie de ideas expresadas por Cabral de Mello Neto, en el Congreso de Escritores de Sao Paulo del año 1954, sobre la crisis del lenguaje poético y la necesidad de buscar otras formas, ponen en cuestión las formas y tendencias que hasta su día había utilizado la poesía occidental.

Estos autores, y otros que los secundaron, acentuando algunas de las aportaciones de formas, movimientos y de autores anteriores -la poesía caligramática de todos los tiempos, Mallarmé, futuristas, etc.- y tomando conciencia de las posibilidades visuales que laten entre las palabras, dieron al poema una cierta dimensión icónica. En sus manos, los elementos estructurales de la poesía verbo-discursiva perdieron la importancia que tradicionalmente se les había concedido y pasaron en muchos casos a un segundo plano o, bien, desaparecieron sustituidos por otros valores. Y consideraron que un poema puede ser una forma de lenguaje, un sistema de relaciones sígnicas, que no se somete a los mecanismos convencionales del discurso lingüístico.

Así, las composiciones concretistas, generalmente son ordenadas en torno a un concepto o idea que suele ser expresada con un mínimo de palabras en una suerte de perfomance lingüístico, de teatro de signos, en el que las palabras se sustituyen unas a otras, se generan, se provocan..., aparecen y desaparecen, en virtud del libre juego de la analogía. Pero de una analogía que discurre, no sólo por los cauces habituales del nivel semántico de las palabras, sino y sobre todo a través del nivel fonético y, también, del gráfico visual.

Metáforas icónicas

En el extremo opuesto a las formas poético visuales exclusivamente textuales, hay todo un amplio campo de realizaciones dentro de lo que podemos denominar metáforas icónicas -el término es mío-. Son formas de hacer en las que la palabra es sustituida por la imagen plástica, en las que la metáfora no surge -por ejemplo- del choque semántico de dos palabras que coinciden -como delirio y verticales, en la voz de Gerardo Diego cuando dice: Como tú, negra torre de arduos filos, / ejemplo de delirios verticales, / mudo ciprés en el fervor de Silos-, sino que nace por ejemplo de la conjunción de dos o más imágenes plásticas.

De todas formas, estas prácticas que bien podemos denominar metáforas icónicas son tan fronterizas que, a veces, pueden generar dudas a la hora de calificarles como creaciones poéticas. Es decir, añadirles una adjetivación más a lo que sin duda son, creaciones plásticas.

Formas mixtas

La intersección del texto y de elementos gráficos sería el otro gran apartado de las distintas formas de hacer de la actual creación poético-visual, es lo que podemos denominar poéticas mixtas texto-icónicas. En este amplio apartado podemos incluir la mayor parte de las formas de hacer similares a lo que los futuristas llamaron palabras en libertad, formas similares a las de la denominada poesía visiva por los italianos, así como la mayoría de las realizaciones que han sido adjetivadas como poesía experimental, poesía visual y otros.

Son formas de hacer en las que frecuentemente la metáfora surge de la interrelación -contraposición, complementariedad...- de elementos propios de la escritura y de alguna forma plástica. En esta forma de proceder son muy frecuentes las de carácter ideográfico. Se trata de ideogramas mixtos en cuya composición intervienen elementos verbales y elementos gráficos o plásticos. Las posibilidades son múltiples y no procede en el corto espacio de un artículo ni siquiera mencionarlas, me limitaré tan sólo a poner algunos ejemplos de algunas de ellas.

Proceso

Una variante relativamente frecuente consistente en la formación de ideogramas a base de elementos sígnicos convencionales pero que no son escritura -señales de tráfico, lenguaje de los sordos...- más algún elemento gráfico-plástico. Tal sucede, por ejemplo, en mi poema titulado Proceso- en el que sobre una señal de tráfico, un signo de prohibición de estacionamiento, coloqué un ojo. Se trata de una clara referencia a no estacionar allí la mirada; es decir, obliga a no mirar.

Poemas tridimensionales

Pero la creación poético-visual no se limita solamente a creaciones planas. La tridimensionalidad puede ser también una cualidad o constitutivo de lo poético. Nos estamos refiriendo al poema-objeto, al poema-libro -que puede contemplarse como un caso específico del anterior y también como una forma particular del libro de artista-, al poema-escultura y, entre otras posibilidades, al poema-instalación.

Se trata de obras dotadas de corporeidad tridimensional, característica ajena a la práctica tradicional de la poesía que, o bien, se ha desarrollado oralmente o, de ser escrita, lo ha sido sobre superficies planas. Unas superficies que -sean o no estéticamente interesantes- no han sido otra cosa que meros soportes para el mensaje poético que nacía de la palabra.

En los poemas tridimensionales el contenido poético nace de su propia corporeidad, de su propia presencia. Son objetos o a un conjunto de objetos -a veces, una obra escultórica- que por sus cualidades o contextualización, por sus connotaciones y referencias semánticas es poseedora de ese encanto indefinible que halaga y suspende el ánimo que es propio -según dice el diccionario- de lo poético.

Poéticas dinámicas y poéticas multimedia

Otro ámbito de manifestaciones poético visuales es aquél que tiene que ver con lo que podemos calificar como poéticas dinámicas y poéticas multimedia. Poéticas que han sido denominadas como poema-acción, polipoesía, etc. y que se han desarrollado en íntima relación con prácticas artísticas como la perfomance, el happening, action art o acciones, action painting y otros eventos pertenecientes en menor o mayor grado al mundo de lo teatral, del ceremonial, de la actuación. Es de subrayar el hecho de que algunas de sus realizaciones han manifestado un especial interés por el gesto, por la presencia y por la acción corporal.

Tales manifestaciones poéticas han surgido de la sensación de limitación que a veces sufre el poeta con los medios bidimensionales más tradicionales: el libro o la superficie plana propia de la mayoría de los poemas visuales. Unas limitaciones que le impiden su proceso comunicativo o creativo. Y nace también de la necesidad de integrar el arte y la vida, de impactar sobre el público, que tiene sus precedentes en las actuaciones más o menos escandalosas del Dadaísmo, Futurismo y, a veces también, del Surrealismo.

Otro amplio campo de creación poético visual es el relacionado con las nuevas tecnologías de la comunicación, así podemos hacer referencia a la poesía infográfica, electrográfica e incluso a la poesía virtual.