El tiempo lleva su paso...,
que no es nuestro
ni nos pertenece.
A veces roza la tierra
como un reptil,
a veces abraza el viento
como las alas de un ave.
El tiempo lleva su paso...,
que no es nuestro
ni nos pertenece.
A veces se exilia
en islas remotas,
a veces nos lame
como un perro fiel.
El tiempo lleva su paso...,
que no es nuestro
ni nos pertenece.
A veces, muy pocas veces,
parece que se detiene
en una estación de tren.
Es de noche y hace frío,
nadie en la sala de espera,
su luz el andén alumbra
y yo sigo esperando.
Pero el tiempo lleva su paso,
que no es mío
ni me pertenece.