
|
JUAN MANUEL CUARTAS
I
El amarillo ha vuelto
y se ha puesto en la
montaña,
como una mancha simple,
como una corona regia
entre los ojos se clava
para curar este invierno
que le ha venido al alma.
El amarillo respira el
aire mismo de la tarde,
la luz nueva, la montaña
entre los ojos las tengo
(the yellow is the
happiness of dead).
II
El espacio era esa voz
la armadura celeste,
la campana del tiempo
pintoresco, completo,
detenido, confuso
fue el espacio este cuerpo
cada punto es el hombre,
son sus huesos manchados,
su expansión, su silencio.
III
Soy rocío y a la flor
he llegado cual diamante,
soy la gota y soy la piel
el perfume y el festín,
resbalando llego al fruto
soy la gruta soy la carne.
|