
|
MARGA CLARK
Déjame atravesar tus paredes de musgo enrojecido, y
caminar por tus bosques de febril locura. Y al llegar la
noche, déjame que repose mi aterido cuerpo entre tus
ramas tiernas de frondosa oliva. Y cuando los ciervos
negros canten su agonía, déjame buscar tu niebla en mi
agua oscura.
Del libro Auras
Por eso viniste, a encenderme más la oscuridad delirando
silencios, lamiendo con tu lengua danzarina mi
saber perdido, mi conocer sin entender la noche ni la
palabra. Por eso viniste, a iluminar mis huellas, a dilatar
mi soplo, a apaciguar mi herida.
Del libro Auras
|