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GOYA GUTIÉRREZ
HACÍA TANTO TIEMPO
que te estaba esperando...
Y viniste de pronto como luz,
como viento que de improviso
corre, y trae, y limpia
los zapatos, y vestidos,
y el resto de equipaje
de otros viejos trayectos.
Y estás aquí con alas
extensas como mares
abrazando mi cuerpo
que crece entre tus manos,
que son las mías propias.
Y me miro en tus ojos
cadencias de un deseo
que se alarga por túneles
hasta alcanzar desiertos,
donde oreas y esculpes
mis días como dunas:
culinarias espumas doradas
donde paciente
esperaba el amor
ser descubierto.
siguiente poema de la misma autora
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